CON LA CAMISETA PUESTA | Volvimos a lo mismo
Autor | Javier Contreras Follow @JavierSaCoPe
La esperada vuelta del cacique a su cancha era una oportunidad para retomar lazos entre jugadores e hinchas, pero sobretodo entre el técnico y la gente que lleva bastante tiempo esperando una sorpresa que no es la principal característica del “Coto”. Lamentablemente nos encontramos con el mismo alicaído hombre de barba, que hace rotar a sus jugadores como le gusta rotar la pelota y no nos encontramos con nada nuevo. Punto aparte es la conferencia de prensa que vino a recalcar la incomodidad del zurdo a la hora de responder por el destino de un equipo que depende directamente de sus decisiones.

Creo que soy de los que apoya hasta el final tanto a jugadores como al entrenador de turno, no soy de los que critican por criticar e incluso más de alguna vez me he enfrascado en alguna discusión en la galería con ese típico fanático del albo que no perdona nada. Siempre mantengo la última esperanza de que ese jugador que no sintió la camiseta blanca desde el comienzo tenga su partido consagratorio y comience una carrera llena de logros en el Cacique, generalmente choco con mis ilusiones ya que la mayoría de los jugadores que llegan para hacer historia rinden desde el primer partido como lo hizo Zaldivia. Si aguanté a Bieler, a Cámpora, incluso a Nelson Cabrera, imagínense cuánto he esperado a algunos técnicos. Porque creo que deberíamos dejar de lado ese exitismo y entender que solamente los procesos nos dejarán un estilo de juego o una identidad. Creo firmemente en el trabajo del adiestrador y los frutos que puede dejar un grupo bien armado, pero por sobretodo bien liderado. Creo en lo que no vemos el fin de semana, en las charlas y preparaciones posicionales. Creo en los secretos de camarín, en los análisis de videos y la arenga del túnel. Ahora no hay paciencia que dure cien años y tanto va el cántaro al agua que termina por romperse. La verdad me quedo con el concepto que bien expuso Darío Sanhueza en alguna columna sobre el desgaste del ciclo.

Antes de criticar quiero dejar clara mi posición frente al plantel, que para mí es un buenísimo equipo para el concierto nacional, para Sudamérica hay que invertir más y eso es responsabilidad de los dirigentes. Ahora con lo que hay veo que existe un pequeño orden defensivo partiendo por los dos arqueros que generalmente han estado a la altura. En la defensa creo que mucho se lo debemos al ayudante técnico y a la jerarquía que han mostrado los centrales nacidos al otro lado de la cordillera. A pesar de eso más de una vez hemos sufrido por las bandas debido al lento retroceso principalmente de Fierro, a pesar de esto nunca he visto una indicación clara hacia los mediocampista de corte, quizás lo más claro es que cuando hay doble cinco cada uno cubre un lado, pero a veces se meten entre los centrales y eso me hace pensar que no tienen claro que deben hacer. El medio campo que debería ser la especialidad de nuestro entrenador generalmente ha jugado al estilo Tapia, un triángulo con el creador arriba y dos atrás, dónde uno es mixto (Valdés). Algo que también funcionó fue el doble cinco, pero se perdía mucha elaboración y lo más lamentable es la dinámica que generalmente ha sido de tránsito lento. Arriba no sé por qué se ha insistido tanto en los tres de arriba si la mayoría de los punteros no han logrado consagrarse, tanto por derecha como por izquierda se ha probado con uno y con otro llegando siempre al mismo resultado, no tenemos punteros titulares y el fin de semana puede salir a la cancha cualquiera de los que probaron en la semana. En el centro de ataque pasa lo contrario, pero es también un problema, Paredes es el titular inamovible y se lo merece por trayectoria, lo demostró en la libertadores. Pero lamentablemente Esteban Paredes de la vida ya no es el mismo y además de marcar menos goles, está generando menos, se asocia menos, molesta menos a los defensas y obviamente corre mucho menos. No lo voy a crucificar porque como dije antes no soy de matar a los jugadores, menos a los ídolos.
Para mi claramente falta un liderazgo que pueda entender que quizás Vilches con más confianza e incluso quizás compartiendo ataque con Paredes en un simple 4-4-2 podría haber mejorado la marca de goles anotados. Una dirección que semana a semana haga jugar al lateral con el puntero de su lado y generar una conexión que no hemos visto desde la era Tapia. Un líder que sepa dar un espacio a los nuevos generando una sana competencia en pos del plantel, un director que nos impregne de hambre de triunfo que para mí es la deuda más grande del “Coto”. Hemos incluso llegado a hablar de la preparación física cuando recién vienen saliendo de la pretemporada. Aún no empieza el campeonato y ya estoy aburrido del trabajo de Sierra, además el al parecer también está a disgusto y quedó casi totalmente claro en la última rueda de prensa. Como expuse no soy ni cercano a ese clásico hincha de Océano que se pone detrás de la banca a putear a cualquiera en momentos de crisis, pero Sierra está a punto de pasar mis límites y lo peor es que aún no comienza el campeonato.
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