ALBO OBJETIVO | El más grande de todos los tiempos
El Club de futbol Monterrey es un equipo mexicano fundado en 1945 en la localidad del mismo nombre. Conocidos como los ‘Rayados’ por su camiseta a franjas azules y blancas, es un club con una larga tradición en la Primera División del país azteca.
Autor | Samuel Lorca Follow @xamwel
Tuvo que pasar más una década desde su fundación antes de consolidarse como equipo de Primera, de hecho durante los años ’50 obtuvo sus tres primeros títulos aunque todos en el ascenso (Campeón de Segunda División en 1956 y 1959 y de la Copa de Campeones de la categoría ese último año). Ya en la división de honor tuvo que pasar medio siglo antes de su primer título de liga, el que llegó en 1986. Luego un campeonato de Copa México en 1991 (con participación de Alejandro Hisis). Después su primer título internacional con la Recopa Concacaf en 1993 (con Aníbal ‘Tunga’ González como estelar) un torneo menor que reunía a los campeones de Copa de los países de Norte y Centroamérica. Luego del cambio de siglo llegaría su segunda estrella con el torneo de Clausura 2003. A fines del año 2006 el palmarés del equipo ‘regiomontano’ se resumía en 2 títulos de liga y 1 de Copa; 1 título internacional en un torneo descontinuado; más 2 campeonatos y 1 copa del ascenso.
A este equipo llega a mediados del 2007 un delantero chileno que cambiaría el destino del club regiomontano y rompería todos los records entrando en la historia grande de los Rayados: Humberto Andrés Suazo Pontivo.
Antes de Suazo ya varios jugadores chilenos habían pasado por la escuadra blanquiazul, algunos consiguiendo éxitos como los mencionados Hisis y González, otros con menos suerte como Fabián Guevara, Miguel Ramírez o Reinaldo Navia. También hubo técnicos chilenos como Pedro García, Arturo Salah y Fernando Riera, quien tuvo tres pasos por la banca rayada. Todos ellos quedarían a la sombra de ‘Chupete’.
Tras sus grandes campañas en Colo-Colo en Chile (fue tricampeón, máximo goleador del torneo en dos oportunidades y máximo anotador de la Copa Sudamericana 2006) las expectativas de los mexicanos en el apodado ‘Chupete’ eran altas.
Lamentablemente la partida no fue buena. En su primer torneo (Apertura 2007) Suazo tuvo una serie de conflictos que redundaron en un bajo rendimiento que no se condecía con su cartel de goleador, al punto que a final de torneo analizó dejar la institución, aunque finalmente decidió perseverar en su nuevo club. En el primer torneo del 2008 Suazo comenzaría a escribir con letras grandes su historia en el futbol mexicano. Haciendo una gran campaña (el equipo cae en semifinales) se corona como el máximo anotador del torneo de Clausura, poniendo así fin a las dudas. Al fin había aparecido el goleador, comenzando una leyenda que se cimentaría a base de triunfos inéditos, títulos y goles…muchos goles.
Al año siguiente vino la consagración con su primer título, el Apertura 2009, en donde patentaría una sana costumbre: SIEMPRE anotar en las finales. En la definición del torneo contra Cruz Azul convirtió 3 tantos, 2 en la ida (triunfo de local 4 a 3) y 1 en la vuelta (triunfo 2 a 1, su gol en el minuto 90 aseguró el campeonato). Con esta actuación y la consecución de esta estrella, la primera personal y tercera en la historia del club, Suazo comenzaba a ser idolatrado por la hinchada rayada. Idolatría que fue congelada por seis meses, ya que tras dos años y medio en el club, y cumpliendo con su anhelo de jugar en Europa, Suazo es prestado al Zaragoza de España. Tras jugar el mundial con Chile sin hacer gran actuación (llego lesionado), y al no hacerse efectiva la opción de compra de parte del club europeo, Humberto vuelve a los ‘Rayados’ para convertirse en leyenda.
Se fue de México como campeón y en su torneo de retorno, Apertura 2010, vuelve a coronarse campeón obteniendo su segunda estrella personal, cuarta en la historia del club, y una vez más apareciendo en las finales. En la llave definitoria ante Santos Laguna anota 3 goles, uno en la ida (derrota 3 a 2 de visita) y dos en la vuelta (triunfo 3 a 0). El ídolo en tres años había ganado la misma cantidad de títulos nacionales que el club en toda su historia anterior, siendo genio y figura en ambos. Y aún faltaba lo mejor.
Monterrey, antes de la llegada de Suazo, había participado en solo cinco ocasiones de la Concacaf Champions League (anteriormente Copa de Campeones) torneo creado en 1962 como equivalente a la Copa Libertadores de este lado del Continente, siendo sus mejores actuaciones tres semifinales (1987, 2004 y 2005). Durante los siete años que ‘Chupete’ permaneció en el club participo en tres ediciones del torneo subcontinental. Resultado:
TRICAMPEON.
El primer éxito fue en la edición 2010-2011 a la que clasificó tras ser campeón del Apertura 2009. Llega por primera vez a la final de la ‘ConcaChampions’ para enfrentar al Real Salt Lake de Estados Unidos. Suazo, fiel a su tradición, anota en ambas finales, un gol de penal en la ida (empate 2 a 2 en México) y el gol que valdría el campeonato en la vuelta (victoria 1 a 0). Un título inédito en las vitrinas del Monterrey, el máximo trofeo a nivel de clubes de la Concacaf. El ídolo junto a su equipo hacían historia grande en Norte y Centroamérica.
En la temporada 2011-2012 clasifica nuevamente al torneo al ser Campeón del Apertura 2010. Vuelve a llegar a la final para enfrentar, otra vez en una definición, a sus coterráneos del Santos Laguna. Y nuevamente Humberto aparece para inclinar la balanza, anotando los dos goles de la final de ida jugada en el Tecnológico de Monterrey (victoria 2 a 0), juego en el que ‘Chupete’ queda suspendido para la vuelta por acumulación de amarillas. En la revancha Monterrey aguanta el resultado conseguido de local y aunque pierde 2 a 1, la tarea hecha por Suazo en la ida les entrega el segundo título consecutivo de ‘ConcaChampions’. Además, el chileno se consagra goleador máximo del torneo.
Clasifica a la versión 2012-2013 tras ser finalista del Clausura 2012 (torneo que perdió ante el Santos Laguna, en el que, aunque Suazo se hizo presente anotando un gol de penal en el 1 a 1 conseguido en la ida en Monterrey, no fue suficiente para quedarse con el título al caer derrotado por 2 a 1 en la vuelta). Por tercer año consecutivo Monterrey llega a la final del torneo continental, volviendo a enfrentar al Santos Laguna. Y como siempre Humberto apareció para inclinar con goles la balanza. Esta vez fue en la final de vuelta jugada en Monterrey (la ida término a cero) anotando el último tanto en la victoria 4 a 2. Tricampeonato continental para Monterrey que entra en la historia grande de la Concacaf, tricampeonato continental para Humberto Suazo, el gigante de las finales, el monstruo sudamericano.
En los últimos dos años en Monterrey, Suazo se ve aquejado por diversas lesiones que van paulatinamente disminuyendo su físico y rendimiento. Ante la falta de gol, es retrasado en la cancha de delantero a media punta aprovechando así su buen pie (en el Clausura 2013 fue el máximo asistidor del torneo). Sigue haciendo goles pero sus largas ausencias y falta de continuidad van mermando su juego. Las ganas estaban, pero el físico ya no respondía como antaño. Y a pesar de que había manifestado querer retirarse en Monterrey, comenzó a considerar su regreso a Chile, cosa que concreto a inicios del 2015.
Siete años en Monterrey lo habían transformado en el máximo ídolo. Cinco títulos (2 de liga, 3 a nivel continental); 121 goles que lo convirtieron en el máximo anotador en la historia del equipo (destronando al brasileño Bahia que entre 1984 y 1992 había anotado 96 goles); 251 partidos; 6 finales de las cuales ganó cinco y en las SIEMPRE se inscribió con goles. Tal fue su trascendencia que el club (en un gesto sin precedentes para un jugador chileno en el extranjero) retiro la dorsal ‘26’ de su plantilla en honor al goleador.
Y retornó a Chile, a Colo-Colo. Su regreso no fue el deseado, entre otras cosas, porque el ‘Chupete’ que volvió no era el que esperaban. Había dejado sus mejores años de futbol (y casi todos sus goles) defendiendo a los ‘Rayados’. A los meses de volver, y con gran polémica, dejo el equipo y tiempo después anuncio su retiro definitivo del futbol.
Su partido de despedida, como no podía ser de otra manera, fue en Monterrey, la que fue su casa durante la mayor parte de su carrera profesional y en la que tuvo sus más grandes alegrías. Cincuenta mil hinchas llegaron a darle el último adiós al que consideran una verdadera leyenda. Una ovación eterna despidió al ídolo en agradecimiento por cada pedazo de historia que escribió con la enseña blanquiazul. Con Suazo se despedía la época más gloriosa del Monterrey, se cerraba la página más brillante en la historia de los Rayados. Antes de Humberto Suazo, Monterrey lucia dos estrellas azules sobre el escudo. Después de ‘Chupete’ luce cuatro azules sobre el escudo y tres doradas debajo.
El “Homenaje al más grande” como lo presentaron en la televisión mexicana, fue el partido de despedida, uno que los mismos hinchas rayados solicitaron porque deseaban ver por última vez a su ídolo con la ‘26’ en el dorso. (Si merece o no un homenaje de esa magnitud de parte de Colo-Colo es tema para otra columna). Después de todo lo descrito en esta columna, sobra señalar que es sin duda un homenaje más que merecido para un jugador que sin estridencias, sin vender humo y a punta de goles y alegrías se grabó a fuego en la historia de la institución y, por sobre todo, en el corazón de su hinchada. Y por si, tras todo lo señalado, aún quedan dudas de lo que significa el nombre de Humberto Suazo en Club de Futbol Monterrey, reseñare las palabras emitidas por el relator mexicano en la transmisión oficial de la despedida cuando describió homenajeado en el momento exacto en que salía, por última vez, del campo regiomontano:
“Tenemos en el estadio prácticamente cincuenta mil hinchas del Monterrey que se rinden ante EL MAS GRANDE DE TODOS LOS TIEMPOS.”
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