CON LA CAMISETA PUESTA | Fortaleza
Autor | Javier Contreras Follow @JavierSaCoPe
Lamentablemente se perdió nuevamente en la ruca, tristemente se volvió a atacar sin concretar los tiros al arco y hasta ahí lo normal que nos puede pasar cuando el Cacique pierde en Pedreros. Lo que quiero exponer es una sensación extraña que me vino el sábado, que después de analizar creo que tiene que ver con que de un tiempo a esta parte es cada vez más común que lleguen los visitantes al monumental a sacar puntos e incluso a ganar.

Cuando era chico era casi imposible ver perder a Colo-Colo en el monumental, el estadio se había transformado en una fortaleza y esa fortaleza fue fundamental en la obtención de nuestra copa más importante. Los equipos de provincia por mucho empeño que pusieran, les era muy difícil sacar puntos en el monumental y yo crecí sabiendo que por mucho que nos hicieran un gol el Cacique lo daba vuelta, porque el cántico de que “cuando el equipo anda mal” nació de la confianza en el equipo que se hacía respetar, sobretodo en el Monumental. Luego en esa terrible racha negativa que empezó el año 2009 empezamos a ver perder al Albo en el David Arellano, cada vez era más común ver como se agrandaban los equipos que enfrentaban al Cacique en el reducto de Macul. Lo peor es que no sólo se agrandaban, si no que ganaban e incluso la 30 se ganó con un partido perdido de local y para confirmarlo en la 32 también se perdió un partido en nuestro estadio. Todo esto me había cambiado, sin darme cuenta, la visión de fortaleza que había construido en mi niñez y como que no estaba sufriendo tanto como si sufrí las primeras derrotas que vi en el monumental, tenía claro que incluso se puede salir campeón perdiendo en casa. Para confirmar mi sensación, la derrota contra Unión casi como que la entendí y pensé que era parte del camino que debía recorrer el equipo de Guede.

Bueno, los que me han leído saben que adhiero firmemente con el proyecto de Pablo Guede, que me gusta la idea de juego, que me gusta su manejo frente a los medios y como se ve el trabajo en la cancha. Por lo mismo espero lo mejor para su proyecto y el sábado sufrí como un niño, me puse nervioso e incluso putié como lo hice en las últimas eliminaciones de la Libertadores. La del sábado fue una derrota dolorosa, era importantísimo poder ganar para dar estabilidad al proceso y continuar la claridad de conceptos que quiere imponer el entrenador. A pesar de eso puedo decir que pese a la tristeza y lo mal que le hace al proceso la derrota, me encantó darme cuenta que mi sangre colocolina sigue intacta y que por mas procesos perdedores pasen me seguirá doliendo perder en nuestro glorioso Estadio Monumental David Arellano. ¡Ahora a lavar las heridas con triunfos!
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