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DESDE ESPAÑA CON AMOR | El partido de la muerte

Autor | José Luis Peña Follow @QuincyChile

A mis adorables almas caciques; a quienes respiran por los cuatro costados los aromas albos; por quienes luchan semanalmente para seguir en este precioso recorrido de letras y pasión; a cuantos aman este maravilloso deporte llamado fútbol y habitan en otros colores y a mis agraciad@s seguidor@s: en esta ocasión nos vamos a recorrer juntos el lado más oscuro y tenebroso que este bello deporte puede ofrecer.

Pero antes de entrar de lleno e intentar explicaros qué fue y cuáles fueron las circunstancias que originaron el denominado <partido de la muerte>, creo necesario indicar que este extraordinario deporte es el único en la historia que ha sido capaz de forjar hitos que transcienden más allá de lo meramente deportivo.

Que me perdonen los otros deportes, pero la historia está ahí, tozuda y sin posibilidad de transformarla, para señalar al fútbol como la única manifestación deportiva capaz en el tiempo y en tiempos diferentes de parar guerras por unas horas, o de fomentar de forma indirecta conflictos bélicos. Da lo mismo que hablemos de deportes olímpicos o no; mayoritarios o minoritarios; que mueven masas y países enteros o sólo interesen a tres gatos. Lo cierto, lo indiscutible, lo innegable es el tremendo poder que el fútbol ha tenido, tiene y tendrá sobre la sociedad.

Para muestra de su repercusión van aquí dos breves reseñas históricas que servirán de preámbulo al denominado <partido de la muerte>.

PARTIDO DE LA TREGUA DE NAVIDAD

Nos tenemos que ir al 25 de diciembre de 1914. Alrededores de Ypres (Bélgica), en la región de Flandes. La Iª Guerra Mundial azota Europa. Tiempos de odio, de zozobra universal, de muerte y caos. La humanidad luchando contra sí. Y en pleno frente de batalla unos combatientes que deciden en medio del horror y la muerte, hacer un canto a la esperanza. Fueron horas donde las balas callaron, los cañones dejaron de tronar y las bayonetas fueron desenfundadas. Y en medio del terrible frío surgió un partido de fútbol improvisado entre soldados del ejército alemán y tropas británicas.

El partido que hizo estallar la paz por unas horas. Disputado en un campo helado con pertrechos haciendo de postes y sin larguero que sostener. De cuando dejaron de ser soldados e izaron la bandera de la humanidad. Sin órdenes de atacar las trincheras enemigas. Sin necesidad de obedecer a superiores ignorantes deseosos de colgarse medallas a costa de las vidas de otros. Únicamente seres humanos intentando olvidar a base goles la crueldad que representa toda guerra. Dicen que ganaron los germanos por 3-2. Pura anécdota.

GUERRA DEL FÚTBOL

También conocida como “Guerra de las 100 horas”. Se disputaba la fase de clasificación en la zona CONCACAF para la Copa del Mundo a celebrar en México en 1970. La eliminatoria en cuestión la dilucidaban los seleccionados de Honduras y El Salvador. Por cuestiones que no vienen al caso, lo cierto es que las relaciones entre ambos países eran muy precarias. A punto de estallar un conflicto bélico que podía ser encendido por la cosa más estúpida que nos podamos imaginar. Y la guerra adquirió formas y maneras dejando que los cuatro jinetes del Apocalipsis entraran en acción pocos días después de la disputa de un encuentro de fútbol.

Siguiendo las normas establecidas por FIFA, se debían disputar dos encuentros bajo el sistema de copa. El primero de ellos se jugó en Tegucigalpa el 08 de junio de 1969 y cuyo resultado final se decantó para el equipo hondureño por 1-0. La vuelta se pactó en San Salvador para el día 15 de junio. El partido concluyó con la victoria de El Salvador por 3-2.

Según lo acordado por FIFA, tras estos resultados correspondía la disputa de un encuentro de desempate en cancha neutral, recayendo este definitivo duelo en Cuidad de México. La fecha escogida fue la del 27 de junio de ese mismo año. El partido terminó con el resultado favorable para El Salvador por 3 a 2.
Hasta aquí la eliminatoria completa de ambas selecciones. El Salvador clasificó y Honduras quedó eliminada. Lo que sobrevino días más tarde se podría resumir en el siguiente parte de guerra: 14 de julio de 1969, tropas salvadoreñas penetran en suelo hondureño al mismo tiempo que ejecutan ataques aéreos sobre objetivos militares y civiles. La respuesta de Honduras no se hizo esperar y comenzó a bombardear territorio de El Salvador. Finalmente ambos países combatientes firmaron el 18 de julio un armisticio que daba por terminada la guerra.

Hoy, ya bien entrados en el año 2016, el número de bajas tanto en militares como en civiles, varía en función de las fuentes consultadas, pero fueron numerosas. Si bien el partido disputado en Ciudad de México no fue la causa directa del conflicto armado, si actuó de catalizador para que todo saltara por los aires. Fue la mecha que prendió el polvorín y la escusa perfecta de dos gobiernos incompetentes a la hora de buscar soluciones a los graves problemas socio-económicos con que se enfrentaban.

EL PARTIDO DE LA MUERTE

Existió, pero no como la propaganda soviética de la época nos quiso hacer ver, ni como nos lo mostró Hollywood años después. Para entender el entorno que rodeó dicho encuentro es necesario hacer una cronología de los hechos que precedieron a este partido.

El primer dato a tener en cuenta es la fecha en la cual se disputó el encuentro. Fue el 09 de agosto de 1942, en plena IIª Guerra Mundial. Kiev, sede del partido, estaba tomada por las fuerzas alemanas. A partir de este dato ya estamos en disposición de comprender toda una historia de valentía, horror y muerte.
¿A qué se denomina el partido de la muerte?

Fue un encuentro de fútbol disputado entre una serie de jugadores ucranianos formados como un equipo profesional, llamado FC Start, y el Flakelf, conjunto configurado por soldados de la Wehrmacht. Los jugadores del FC Start derrotaron a los alemanes, aún sabiendo de las consecuencias que ello pudiera ocasionar.

Contexto

Tras la creación de la Unión Soviética el fútbol se hizo muy popular, en especial en Ucrania. El conjunto representativo del territorio era (al igual que hoy) el histórico Dínamo de Kiev, único club que en cierta forma se convirtió en alternativa a los equipos moscovitas de aquel tiempo.

El 22 de junio de 1941 la Alemania del III Reich comienza la invasión de la URSS. La caída de Kiev se produjo el 19 de septiembre de ese mismo año. De los jugadores pertenecientes a este club ucraniano, algunos fueron reclutados para el Ejército Rojo y llevados al frente y otros decidieron permanecer en la Kiev ocupada. Fueron estos últimos quienes formaron el FC Start.

Historia

Su nacimiento se fraguó durante el año de 1942 en la panadería estatal Nº 3 de Kiev. En dicho lugar solían reunirse de forma periódica jugadores del conjunto ucraniano en busca de empleo. En cuestión de semanas empezó a formarse un equipo al cual bautizaron como Footbal Club Start, integrado por ocho jugadores del desaparecido Dínamo de Kiev (Trusevych, Suyridovskiy, Korotkykh, Klimenko, Tyutchev, Putistin, Kuzmenko y Goncharenko) y tres del Lokomotiv de Kiev (Balakin, Sukharev y Mielnizhuk).

Disputaba sus encuentros contra guarniciones militares. Logró ganar todos los envites por goleadas. El día 06 de agosto de 1942 se enfrentó al Flakelf, a quien derrotó por un claro 5-1. Los alemanes pidieron la revancha. Revancha que quedó fijada para el 09 de agosto.

El que a posteriori se denominaría el partido de la muerte se disputó en el Estadio Zenit de Kiev. Ganó el conjunto ucraniano por 5-3. Cuentan que los jugadores fueron avisados de que nunca deberían ganar dicho partido. Las consecuencias eran claras: detenciones, torturas e internamientos en campos de concentración y juicios sumarísimos con resultado de pena de muerte.

Pero el partido de la muerte vendría más tarde. Una semana después de aquel encuentro, en concreto el 16 de agosto. El FC Start se enfrentó al Rukh, al que venció por un claro 8-0. Poco después la totalidad del equipo fue arrestado y torturado por miembros de la Gestapo. Dichas detenciones vinieron propiciadas por las sospechas nazis de que el FC Start era una parte estructural de la policía secreta conocida bajo las siglas NKVD.

El primer jugador en caer muerto bajo torturas fue Korotkykh. El resto fue trasladado al campo de concentración de Syrets, donde en febrero de1943 fueron ejecutados los jugadores Trusevych, Klimenko y Kuzmenko. El resto murió dadas las condiciones habidas y únicamente sobrevivieron tres integrantes de la plantilla: Suyridovskiy, Tyutchev y Goncharenko.

Por lo tanto, el encuentro disputado el 09 de agosto de 1942 no fue con exactitud el partido de la muerte a que hacen referencia las crónicas soviéticas de la época. De hecho no se convirtió en historia hasta que el diario Izvestia publicó el 16 de noviembre de 1943 (diez días después de la liberación de Kiev), reportando las ejecuciones de los deportistas por los alemanes, pero sin mencionar el partido en sí.

Se tuvo que esperar al año 1958 para que la historia volviese a ser reseñada. Aquel hecho vio la luz gracias al articulista Petro Severov, quien escribiera el artículo <El último duelo>. Un año más tarde, el propio Severov, junto con Naum Khalemsky, publicaron un libro con el mismo título, que narraba la lucha del FC Start contra lo ocupantes nazis.

El cine también se interesó por esta historia. Nacieron dos películas soviéticas y fuera de sus fronteras otras dos. Una en Hungría (año 1963) y otra estrenada en 1981, siendo esta última la de mayor proyección mundial.

En España fue conocida como “Evasión o victoria”, mientras en Latinoamérica como “Escape a la victoria”. Al margen de consideraciones cinematográficas, lo cierto es que el film desvirtuó de manera fragante la historia que se suponía debía reflejar. Cambió fechas, personajes y en poco o en nada se parecía el guión a lo realmente acontecido.

Fue dirigida por el gran maestro John Houston y entre los protagonistas figuraban los actores Michael Caine, Sylvester Stallone y Max von Sydow, amén del reclamo publicitario de jugadores de leyenda como O Rei Pelé, Bobby Moore y Osvaldo Ardiles entre otros.

UNA HISTORIA PARA NO OLVIDAR

Dejando a un lado la más que probable manipulación informativa llevada a cabo por las autoridades de URSS y, la no menos hilarante versión que los estudios de Hollywood engendraron, esta es una historia que debiera ser revisada para otorgarle el verdadero rol que le corresponde.

Esta columna pretende ser un sencillo y sincero reconocimiento a todos aquellos seres humanos que en medio del horror más grande, supieron sacar adelante un proyecto luego sepultado entre trincheras y campos de exterminio. El fútbol luchando por vencer a la barbarie.
Con una Europa sometida al terror y sumida en una guerra cuyos horizontes de esperanzas se veían encerrados por el odio, la crueldad, el crimen y la sinrazón; con el nazismo golpeando duro y de forma inmisericorde a todo un continente; con el genocidio como arma de persuasión y la muerte como algo cotidiano, era de esperar que tarde o temprano aquel magnífico sueño se convirtiese en una atroz pesadilla.
Estamos ante una historia para no olvidar. Necesitada de respeto. De empezar a honrar la memoria de quienes intentaron crear un paraíso en medio de aquel asqueroso baile de los malditos en que se convirtió la humanidad. De cuando la muerte silbaba sin piedad y un puñado de héroes anónimos quiso silenciarla.

FUERZA ALBA

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