DESDE EL SILLÓN | Para ti, hincha de triunfos Columnas DESDE EL SILLÓN 

DESDE EL SILLÓN | Para ti, hincha de triunfos

Lo ocurrido el día viernes fue un desastre, tanto dentro como fuera de la cancha. No quiero ahondar en lo futbolístico porque todos vimos lo paupérrimo del nivel mostrado. Pero si me enfocaré en lo que ocurre en la galería. Intentaré explicar lo triste e incómodo que fue estar rodeado de gente que vestía la misma camiseta que yo y que jamás mostró un minuto de paciencia y aliento para con el cacique.

Autor | Alberto Salazar Follow @perrobobo0420

Por lo menos 15 minutos antes del partido ya se oían en el ambiente quejas desmedidas para un partido que ni siquiera había comenzado: “uno viene a puro sufrir al estadio”, “ojalá Guede se vaya pronto” y cosas así. Como dije todo esto antes de comenzar el partido.

Pitazo inicial y empieza la fiesta de las quejas: “Corran, weones”, “no le hacen un gol a nadie”, y el que más sonaba era el clásico “jueguen pa’elante”.

Ese “jueguen pa’elante” es el caballito de batalla de todos aquellos que están disconformes con el accionar del cacique. Es como pedir que vayan al ataque sin importar nada, pero después vienen las quejas contra la defensa, la que se ha visto más expuesta en este cambio que Guede quiere implantar.

En el entretiempo La Ruca es una caldera de emociones, de las malas. Enojo, puteadas al por mayor, y la peor de todas y que fue la que me invadió casi todo el tiempo, tristeza. Mucha tristeza.
Tristeza por ver a mi amado equipo nuevamente ser derrotado de local, tristeza por la poca paciencia que está demostrando el hincha. Ese que después se jacta de amar incondicionalmente a Colo-Colo y luego de lo vivido el viernes pareciera ser que el amor es solo en el triunfo porque en la derrota, que es cuando puedes expresar y sentir ese amor, son pocos los que quieren estar.

Al final del partido todos esos que se encargaron de putear una y otra vez se jactaban de ser los mejores hinchas.

Si, coincidimos en que no es normal que nuestro equipo pierda tantas veces seguidas de local y eso lleva a agotar la paciencia pero entiendo que es un proceso de cambio. Un proceso que está resultando difícil pero en el cual seguiré creyendo porque amo a mi equipo, lo amo siempre ya sea en el triunfo o en la derrota y porque creo en una propuesta de juego intensa. La inmediatez es mala, pan para ahora y hambre para mañana.

“Cuando el equipo anda mal, la hinchada lo hace ganar” eso se canta muchas veces en malos momentos, pero ¿eso es un simple canto de barra o es una plegaria que nace del alma y que quiere expresar que estamos ahí para nuestros jugadores cuando más nos necesitan?

Ahora es cuando debemos mostrarnos orgullosos de ser colocolinos, ahora es cuando los jugadores deben sentir ese aliento incondicional y no el mar de insultos que llovía desde algunos costados de la cancha.

Amigos, los invito a reflexionar, apoyar y a vivir este proceso de cambio con mucha fuerza mental y con el corazón lleno de amor por el cacique, así cuando lleguen los triunfos podremos reír, abrazarnos y gritar: aguante Colo Colo y que viva su gente incondicional.

“Soy del Colo hasta que me muera, y después también”.

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