El inentendible creativo albo Columnas DESDE EL SILLÓN 

El inentendible creativo albo

DESDE EL SILLÓN

Campañón en O’Higgins, llega al cacique y…cri, cri, cri, cri, cri (imaginen grillos cantando). Adivinen de quien estoy hablando. Sí, Ramón Fernández.
La incorporación más odiada del último tiempo (no pongo refuerzo, porque aún no llega a ese status), se ha encargado con su rendimiento a darle la razón a todos quienes lo pedían lo más lejos posible de La Ruca.
Cuesta entender como un tipo con una técnica bastante depurada, buena pegada de larga distancia y en pelotas detenidas, llega al equipo más grande del país y no es capaz de replicar el rendimiento sobresaliente y sostenido que mantuvo en el equipo de la sexta región.
Todos sabemos que la 10 de Colo Colo no es para cualquiera, tiene un peso específico gigante y aquel que la use será puesto bajo la lupa. Pues bien, Ramón no ha dado el ancho.
Salvo los últimos 30 minutos del partido del fin de semana, el cual por cierto fue otra carga de estrés y frustración, el volante del cacique no ha sido más que un jugador de nivel bajo-medio, con muy pocos destellos de talento y sacrificio.
Es el encargado de ponerse el equipo al hombro, de dar la claridad y pausa necesaria para un equipo que tiene un vértigo que, a la luz de los resultados, no está resultando en lo absoluto.
Esos 30 minutos finales contra Antofagasta son lo que necesita Colo Colo y lo que queremos ver de ti, Ramón. Crear jugadas y rematar con peligro al arco. No queremos a ese tipo irregular, de paso cansino y sin una gota de sacrificio en la cancha porque ya pasaron y sufrimos con varios jugadores de ese tipo.
Entiende que de ti depende la magia, el arte y las posibilidades de generar ocasiones de gol para los delanteros, no puede ser que el gran Esteban Efraín (te amo sin homosexualidad, Esteban) deba recogerse en varios pasajes del partido para poder hilvanar algo de peligro sobre el arco rival.
Tienes un compañero como Jaime Valdés que si bien está con un nivel bastante anormal para lo que nos tiene acostumbrados, sabe devolver una pared al pie.
Organiza, toca la pelota y muévete para recibirla de nuevo, suda sangre si es necesario, pero necesitamos de ti. Así como necesitamos que varios recuperen su nivel. Eres quien debe tomar la manija del equipo de una vez por todas. O tu paso por el más grande será una anécdota y no una marca en la historia del cacique. Y creo que no quieres ser recordado como un pecho frío que pasó con más pena que gloria por el más grande Chile.
Aguante Colo Colo, ya saldremos de esta.

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