COLUMNA | La siesta no era tan mala
Autor | Sebastián Ibarra Follow @ELFaaxaa
Imagen: Photosport
Corría el 2015, era 18 de mayo. José Luis Sierra Pando, firmaba su contrato como entrenador del popular. Era el favorito de todos, al menos eso parecía. Héctor Tapia, en extrañas, a lo menos, circunstancia dejaba la banca alba. Se habló que renovaba, que querían a Riffo (ayudante técnico) fuera del equipo de Tapia, que tenía ofertas del extranjero y mucho más, lo único cierto es que finalmente, el DT que nos sacó de los malos momentos, que nos hizo volver a reír en, a disfrutar, con el que levantamos la ansiada estrella 30°, dejó la banca del cacique.
Quizás hoy, en frío, uno puede darse cuenta que “Dooon” Aníbal Mosa, no se ha manejado bien con la contratación de los técnicos. Este año pasó con Guede, 2 meses antes de que éste firmara ya se rumoreaba que él y Mosa se habían reunido en Argentina. Guede en San Lorenzo y Colo-Colo, con técnico. Raro, a lo menos. Nunca se confirmó del todo, pero finalmente Sierra dejó la banca técnica y Guede firmó a los días para reemplazarlo.
El 2015, todo partió de maravilla, 7 jugados, 7 ganados, el equipo del Coto, parecía un relojito suizo, todo funcionaba a la perfección, aunque algunos partidos costaron, el equipo se veía sólido, sin fisuras y con pasta de campeón, como debe ser, por cierto. Hoy, 2016, la cosa es distinta, 7 jugados, y solo 1 ganado, 3 empatados y 3 perdidos, en un campeonato de 15 fechas, con poco menos de la mitad de los partidos jugados, 6 puntos tenemos.
Ese campeonato el equipo de José Luis Sierra, fue campeón, 1 punto sobre Católica y 5 sobre la U de Conce, que fue tercera. Llegó el 2016, copa Libertadores y los resultados empezaron a ser distintos, el juego empezó aburrir y las críticas comenzaron a llegar… Coto “siesta” se le empezó a llamar. Llegó Guede y desde un comienzo ya se notó un cambio, se perdió 0-2 con la Unión Española en el Monumental, pero las sensaciones fueron agradables, se jugó hacia adelante y pensando en el arco rival. Pero el equipo no levantó cabeza y aunque se sigue buscando más el arco contrario, se generan ocasiones, se sigue perdiendo y a esta altura sin convencer.
La fe, en muchos, como yo, sigue intacta, este era el cambio que requería el equipo y aunque los resultados aún no llegan, creo que más temprano que tarde llegarán. Aunque eso no quita que él tiene chipe libre, no, el plazo límite es el clásico, esa será la prueba de fuego, donde el equipo de Guede deberá mostrar todo su trabajo en la semana. Todo su “mundo Guede” deberá salir a la luz. Yo, aun creo en él, y aunque vende humo, creo en él, en su estilo de juego, prefiero morir con las botas puestas, que me pasen por el lado mientras duermo la siesta.
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