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COLUMNA | El mito de Black Sabbath

Autor | Sebastián Ibarra Follow @ELFaaxaaa

Corrían los últimos meses de del 2013, específicamente octubre, Colo-Colo no andaba bien en el torneo, la verdad, hace ya años que no venía bien, cambios de técnicos, jugadores que no rendían, argentinos horribles y hasta estuvimos a 5 puntos del descenso. Si, no es mucho, pero no es la situación en la que merece estar el club más grande de Chile. Pero algo ocurrió, nada que ver con futbol, pero ahí nació el mito, un 4 de octubre del 2013.

Esa noche no se jugó un partido en el Monumental, no, esa noche tocó Black Sabbath. La cancha se repleto, más de 55 mil personas asistieron ese día al concierto donde Ozzy fue genio y figura. Pero no fue solo un concierto, fue un exorcismo. Ese fin de semana y luego de malas presentaciones, Colo-Colo ganó el partido en el último minuto, al fin ganabamos.

Ahí mismo, en una pálida noche alba, sin la fanfarria de años anteriores habían “cantado” unos chicos argentinos, los “wachiturros”, por eso se le llamó el Exorcismo de Black Sabbath. La cancha lo necesitaba, nos agarramos de cualquier cosa para decirlo, daba lo mismo, la cosa era encontrarle alguna explicación a todo lo malo.

Lo que vino después fue todo alegrías, el Monumental volvió a ser nuestra fortaleza, los resultados se empezaron a dar y al poco tiempo levantamos la ansiada estrella 30, ese tan esquivo campeonato que nos había sacado la lengua el 2010, pero que al fin lo teníamos. Así seguimos, aunque hubieron malas, claro, la Libertadores no fue lo que esperábamos, tampoco pudimos revalidar el título y terminamos cambiando DT, al menos habíamos dejado atrás los fantasmas de hace algunos años, ahora y como corresponde peleamos el torneo.

Llegamos al 2016 y los resultados no eran los esperados, quizás la magia de Black Sabbath ya se acabó. Tuvimos que recurrir a otros métodos, más arcaicos, por cierto, más cuestionables, más reales y menos creíbles… Ruda, Ajo, Vinagre y la Tía Yoli, ofreciendo “machitunes” por montones. Todo para que el Albo vuelva a la senda del triunfo.

Se juega el clásico el domingo, yo no sé si efectivamente funcionan estas cosas, si la Ruda ayuda a ganar, si en vez de que la pelota vaya al palo termine entrando, la verdad, no sé. Lo que sí sé, es que Colo-Colo lleva 14 años sin perder en el Monumental, que Colo-Colo es más grande que un grupo de música o unas plantas y que aunque la suerte no esté de nuestro lado, con fútbol, trabajo, garra y el aliento desde afuera, todo se puede. Con o sin Ruda, con o sin Black Sabbath, Colo-Colo es grande por su historia, la misma que el domingo a las 12 del dia va hacer valer ante nuestro clásico rival.

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