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COLUMNA | Una jerarquía gigante

Imagen extraída de lacuarta.cl

Autor | Óscar Ponce Follow @oponcegaete

Una vez más quedó claro que el “clásico” partido del mes de octubre sigue demostrando la paternidad del cuadro de Macul por sobre el equipo de la Universidad de Chile

No puedo negar lo nervioso que me pone este partido y que las horas previas me hacen pensar e imaginar muchas situaciones, pero a pesar de todo, tenía una fe tremenda en lo que podía hacer mi equipo jugando de local. El día es distinto, pues hay que comenzar muy temprano para poder tener una buena ubicación y no perderse ningún detalle del esperado encuentro.

Sin darme cuenta ya estoy dentro del estadio, y créanme que la ansiedad que se siente en esa hora antes que empiece el cotejo es tremenda. El sol azota a la mayoría de asistentes al estadio, pero eso para todos terminó siendo un detalle, pues todos queríamos que comenzara pronto.

Colo-Colo tuvo un recibimiento de magnitudes galácticas. Mucho humo y artificio, cubrieron por algunos minutos la cancha del estadio monumental, todo esto mientras aparecían los equipos, siguieron las fotos de rigor, también el sorteo liderado por el árbitro del encuentro y ya estaba todo listo, la hora que tanto habíamos esperado había llegado, no había vuelta atrás. Comenzaban los 90 minutos del partido mas esperado del año.

Desde el primer minuto de juego el cuadro de Colo-Colo presionó al equipo rival, que se mostraba confundido y solo atinaba a alejar el balón de su portería. Algún avance tuvieron por ahí en el primer tiempo, que fue desperdiciado por la “gata” Fernández. Todo el equipo albo corría, marcaba y trataba de mostrar la mejor alternativa para llegar al arco rival, esfuerzo que quedó plasmado en el marcador en el minuto 27 del primer tiempo tras una salida en falso del portero rival que fue aprovechada por Julio Barroso, entregaba la ventaja mínima para el cuadro albo, que sin ir más lejos, era merecedor absoluto de esta conquista del defensor colocolino.

De ahí en adelante, Colo-Colo planteó un juego inteligente y tranquilo, lo cual desesperó al elenco azul, que empezó a friccionar el juego a base de fouls, los cuales parecían no ser advertidos por el juez del encuentro que hizo vista gorda a varias faltas que merecieron tarjeta amarilla. Colo-Colo se iba al descanso ganando por la cuenta mínima y siendo superior en los primeros 45 minutos de juego.

Al comienzo de la segunda etapa ni siquiera alcanzamos a acomodarnos cuando Martín Rodríguez marcaba el segundo tanto para el cuadro el cacique. Corría recién un minuto del segundo tiempo y tras una buena jugada entre Esteban Paredes y el “Tin”, el cual definió con un fuerte tiro al primer palo que desato la locura de los mas de 35 mil hinchas albos que repletaban y celebraban a más no poder el segundo tanto de su equipo. Desde ese momento el partido comenzó a ser manejado absolutamente por Colo-Colo que ocupaba todos los rincones de la cancha para tocar y mover el balón bajo un total dominio.

Todos fuimos testigos de la épica jornada que alarga a 16 años sin que la “u” pueda ganar en el reducto de Macul. Sé que nos quedamos con la sensación que podríamos haber marcado un par de goles mas, pero bueno el destino no lo quiso así.

Espero que los dirigidos de Guede nos continúen regalando este tipo de alegrías y que podamos seguir celebrando en nuestro estadio con toda nuestra gente. Muchas Gracias Colo-Colo por las alegrías que me entregas en unas semanas que han sido muy difícil en lo personal.

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