|DESDE ESPAÑA CON AMOR| No es papel mojado
Un saludo afectuoso a quienes visten por dentro su corazón con los colores albos; un sincero y cordial abrazo para quienes se esfuerzan cada semana en enseñarnos el Colo-Colo en todas sus vertientes, usando @SomosChileRadio y @DaleAlbo como herramienta abierta al mundo; un fraternal recordatorio a toda esa gente de bien, nacida para honrar y respetar el buen nombre del fútbol; y un más que sincero reconocimiento a quienes sacan tiempo para enfrentarse a cuerpo descubierto a mis fantasmas, a mi dolor o alegrías.
Autor | José Luis Pena Follow @QuincyChile
METODOLOGÍA
Hoy intentaré transportaros a uno de esos submundos que gravitan por el universo fútbol y que podríamos encuadrarlos dentro del epígrafe de extradeportivo; espacio de noticias que naciendo de las mismas entrañas de este maravilloso deporte, nada tienen que ver con el juego propiamente dicho.
Por regla general a la hora de abordar una columna suelo emplear dos métodos que, en función del trabajo a desarrollar, suelo fusionar. Una consiste en verter mis pensamientos sobre temas de actualidad, bien sea de nuestro amado y querido Colo-Colo, bien del seleccionado nacional o de temas tangenciales con respecto al universo albo.
La segunda manera de abordar mis trabajos consiste en algo que siempre os recalco a modo de advertencia y no os pille desprevenid@s: es cuando me sale la vena docente y me pongo académico a la hora de mostrar toda una gama de temas que circundan o transitan en paralelo, cuya génesis es el propio fútbol, pero que abarcan aspectos muy dispares, se encuentren estos alejados o no en el tiempo. Son las historias que de vez en cuando intento exponeros.
Lo que hoy pretendo es algo novedoso. Intentaré ilustrar, como si fuese un periodista, una serie de cuestiones que nacen, crecen y se desarrollan desde esa especie de nebulosa o mundos cruzados que rodea un deporte, que si bien no es rey (eso se lo dejamos al atletismo), si mueve millones… de sentimientos, de dinero, de pasiones, de disgustos y de alegrías. Un deporte este capaz de sacar lo mejor y lo peor de uno mismo, de la sociedad y del mundo entero.
Cuando escribo una columna saben de sobra que utilizo el respeto debido cuando lanzo mis ideas y forma de pensar. Es, digámoslo así, hora de poner la directa. En esta situación soy tal cual. Si me da por ponerme en plan docente, también, pero exponiendo hechos y sucesos con una menor carga emocional. Siempre dejando claro no siendo yo maestro de escuela ni profesor universitario.
Para el trabajo de esta semana, como dije anteriormente, pretendo convertirme en una especie de cronista, como un periodista al uso, pero recalcando que no hice la carrera de periodismo ni nada por el estilo. Es más, sociológicamente hablando yo era hasta hace bien poquito lo que los entendidos en la materia denominaban un “analfabeto integral”.
APUNTES A NIVEL PERSONAL
No es broma ni os estoy vacilando. Se entendía por tal denominación a toda persona que siendo madura y en plena efervescencia de las nuevas tecnologías y la implantación de las llamadas redes sociales, carecía de móvil, de ordenador y le sonaba a chino mandarín términos como Facebook, Twitter, Internet y las posteriores incorporaciones de nuevos elementos de comunicación. De hecho, de aquel “analfabeto integral” todavía quedan secuelas. La razón: no se escribir “istagrán” o como diablos sea y carezco de un móvil con “whasap”. Con deciros que es de teclas y no táctil todo está dicho.
Por tanto, cuant@s me seguís con devoción beata mis escritos ya aprendieron algo más de mí y mi progresar en este mundo cibernético que nos toca vivir. ¿Quién me lo iba a decir? Yo, que me paso la vida observando, estudiando, dada mi inquietud intelectual, llegara un día alguien, mucho más sabio que yo, y me llamara no solo analfabeto sino que añadiera, en plan expansionista el registro de integral, que siempre me sonó a total o que abarca todo.
Esa gente que me bautizó de aquella manera me gustaría saber cuántos libros tuvieron entre sus manos. Si fueron como yo, ratones de biblioteca o se quedaron sin apenas dormir para intentar ampliar conocimientos que no ocupaban lugar pero destrozaban sueños y noches enteras.
SIN DISCURSOS NI CLASES MAGISTRALES
Por tanto, quedaron advertidos de que este columnista no planteará batalla al presente albo en esta ocasión, ni se pondrá los ropajes de catedrático “honoris causa”, al que soy tan aficionado disfrazarme. Hoy toca realizar un trabajo de investigación. De bucear en aspectos tal vez desconocidos para ustedes, pero que como comenté con anterioridad, forman parte del fútbol y sus trayectos adyacentes.
CONTRATOS Y CLÁUSULAS
Se entiende por contrato (siempre desde el ámbito deportivo) el acuerdo legal establecido entre dos o más partes y cuya función consiste en regular las relaciones entre un futbolista y el club contratador. Es de uso obligatorio dentro del fútbol profesional y en él se establecen, entre otros aspectos, el salario a percibir por el jugador o el periodo de vigencia de dicho contrato.
Dentro de los mismos contratos se pueden añadir cláusulas adicionales donde se establecen cierto tipo de condiciones a seguir, mayoritariamente enfocadas hacia el futbolista, y cuya máxima representación la encontramos en la denominada “cláusula de rescisión”. Cláusulas donde queda reflejado el montante económico que tanto el contratado como el adquiridor deberán pagar en caso de incumplimiento de las condiciones de durabilidad reflejadas en dicho documento.
El tipo de cláusulas es amplio y variado, yendo desde las que regulan las “primas” por objetivos conseguidos, pasando por las que especifican una renovación automática en función de los minutos disputados a lo largo de un campeonato o aquellas cuyo fin es determinar las condiciones de residencia del jugador.
CLÁUSULAS PARANORMALES
Dentro de este mundo del fútbol, loco en ocasiones, se han dado numerosos casos de cláusulas un tanto peculiares, por así decirlo, que dan pie a la perplejidad, al asombro o la sonrisa una vez se supo de su existencia. Es mi propósito mostraros unos cuantos ejemplos de cómo algunos dirigentes de fútbol, a la hora del rizar el rizo, hicieron firmar a su nuevas adquisiciones, disposiciones surrealistas, absurdas, carentes de toda lógica y delirantes, rayando la estupidez en ocasiones, dando la impresión de que quien las ideó y puso en marcha o bien era un cachondo mental o mentalmente ese día no se veía bien.
Pasemos por tanto, a echar un vistazo a las cláusulas más alocadas que os podáis imaginar. No son papel mojado. Forman parte de esa letra pequeña que engrandece lo absurdo. Escritas y redactadas por personas que tal vez a día de hoy se sigan preguntando por dónde diablos se les fue la cordura.
Caso 1º (Una casa con vistas)
Al alemán Giuseppe Reina (1972) le engañaron en su club, el Arminia Bielefeld. En su contrato acordaron que por cada temporada que jugase en el club le entregarían una casa. Pero en ningún sitio especificaba el tamaño que tendría la vivienda, así que al final de la primera temporada le regalaron su primera casa… de 20 centímetros de alto.
A pesar de semejante disparate, el jugador perteneció a la disciplina del equipo teutón entre 1996 y 1999. Apareció en 97 ocasiones y tuvo tiempo de marcar 22 goles.
Caso 2º (Despedido por hacerlo bien)
Corría la temporada 1992-93 en la Bundesliga alemana. El Schalke 04 ofreció un bono de un millón y medio de marcos alemanes a su nuevo entrenador Udo Lattek (1935-2015) si terminaba por encima de su archirrival, el Borussia Dortmund. Al ver la dirigencia que iba a cumplir su objetivo, le despidieron antes del final de la liga.
Aquel torneo terminó con el Borussia Dortmund instalado en un cómodo 4º puesto, alcanzando 41 puntos, mientras el conjunto de Gelsenkirchen se fue al 10º lugar quedándose en los 34 puntos.
Caso 3º (De ratones y gatos)
Cuando el delantero Alex Oxlade-Chamberlain (1993) ficha por el Arsenal inglés (2011-presente) proveniente del Southampton, los “saints” negociaron un plus de 14.000 euros por cada vez que su exjugador disputase 20 minutos por partido. Sabiendo esto, su técnico, un tal Arséne Wenger, lo sacaba al campo a partir del minuto 72. El problema fue que nadie en el Arsenal tomaron en cuenta el tiempo de prolongación de cada partido y el Southampton si. Al final los “gunners” tuvieron que pasar por caja.
Caso 4º (Calladito ganarás más)
Este es el caso del brasileño Thiago Silva (1989), que tiene una cláusula en su contrato con el Paris Saint Germain (2012-actual), que le supone 492.000 euros anuales si no critica las decisiones de su entrenador o sus directivos en los medios. Lo curioso es que dicho jugador no se mostró nunca díscolo ni disconforme con nadie de sus equipos anteriores.
Otros casos más entendibles
Jugadores como el italiano Mario Balotelli (1990) que juega actualmente en el Niza francés y el uruguayo Luis Suárez (1987) también tienen en sus contratos cláusulas especiales. Como la del jugador del FC Barcelona y su cláusula “antimordisco”. Aquí las razones son entendibles, siendo los clubes quienes hacen firmar dichas especificaciones para cubrirse las espaldas ante cualquier acto de indisciplina o recaídas en conductas indeseables.
En el caso del jugador blaugrana cabe reseñar que su presidente, Don Josep María Bartomeu, declaró el 06 de agosto de 2014 la no existencia de tal cláusula, especificando eso sí, que no tenían idea de cómo actuar en caso de reincidencia por parte del jugador. Con cláusula o no, el FC Barcelona dispuso para Luis Suárez de un psicólogo para tratarle su trastorno del control de los impulsos.
CLÁUSULAS “MADE IN SPAIN”
Estimad@s, ahora voy a centrarme en algo que en estos momentos está ocurriendo en mi país y que me gustaría compartir con tod@s ustedes. Volvemos a la locura y la sinrazón en un lugar del mundo que tiene en estima pertenece al primer mundo y que debiera estar libre de estupideces y cláusulas abusivas.
Me adentraré en mundos tan dispares como son el fútbol masculino y baloncesto femenino. Distanciados entre sí por millones de años luz en cuanto a aceptación social y medios económicos, ambas disciplinas tienen el dudoso honor de tener entre sus filas cláusulas que parecieran estar redactadas en plena Edad Media.
Caso 1º “Cláusula del miedo”
<El hecho consiste en que un club traspasa o cede a otro un futbolista con la condición de que no juegue en los partidos en que ambos equipos se hayan de enfrentar>. (Álex Grijalmo, As, España, 23 de agosto de 2016).
La impulsó el Real Madrid luego de que en 2004, un jugador cedido al Mónaco, Fernando Morientes, les eliminara con sus goles de la Champions League. Se considera al Real Madrid el rey en proponer este tipo de cláusulas. Lo curioso es que el equipo blanco (como es conocido el conjunto capitalino) también aplica esta especie de rodillo a los rivales en categorías inferiores.
Caso 2º “Cláusula antiembarazo”
El más esperpéntico y discriminatorio de las cláusulas que se dan en este país en cuanto a deportes se refiere, tiene fecha reciente, hace apenas unas semanas y afecta al baloncesto femenino.
Dentro de la Federación Española de Baloncesto (FEB) se ideó y pergeño una cláusula que implica (en teoría) a todas las jugadoras profesionales que desarrollen su carrera en España y, con el beneplácito del organismo rector del baloncesto a nivel mundial (FIBA, por sus siglas en inglés) cuya lectura se podría resumir de la manera siguiente: ser madre está penalizado dentro del baloncesto femenino español, siendo causa de despido.
Resulta curioso que aparezca en la letra pequeña de los contratos dentro del apartado dedicado a la deficiente conducta profesional. Más chocante resulta comprobar que ninguna jugadora de baloncesto española haya abierto la boca en plan de protesta, máxime cuando unos cuantos juristas han declarado que dicha cláusula es ilegal a todas luces.
El debate y la polémica están servidos. Hay quien postula por la justicia de dicha cláusula en función del dinero que mueve el baloncesto femenino nacional y el perjuicio que ocasionaría a los clubes a nivel económico. Y todo ello en un país donde muy poca gente sería incapaz de nombrar dos entidades femeninas de baloncesto sin que le entrasen mareos o, quedarse con la mente en blanco a la hora de citar el nombre de las jugadoras más relevantes del panorama nacional.
Los millones que mueve el baloncesto femenino, aunque podríamos meter en el mismo cesto todo el deporte femenino español, es ridículo si lo comparamos con el fútbol masculino. Ni por contratos de TV, sueldos, implantación y seguimiento social, el deporte practicado por mujeres llega a los tobillos al ejercido por los hombres.
OPINIÓN
En mi humilde opinión, este tipo de procederes que atentan contra la dignidad de las mujeres nos retrotrae a tiempos cercanos de la Inquisición.
Quedarse embarazada por convencimiento y deseos propios o por un simple descuido, está seriamente penalizado en un país donde todavía los viejos clichés y estereotipos machistas siguen vigentes.
Hace tiempo las barreras socio-culturales de las viejas creencias del dominio del hombre sobre la mujer fueron asaltadas. Pero a pesar de los avances conseguidos en cuanto a igualdad social, equiparación laboral y salarial, en educación, medicina y aspectos tales como la repartición de las labores domésticas y cuidados de la prole, las mujeres siguen en clara desventaja.
No es momento de hablar de la violencia de género, para eso existen otros medios y foros, pero si hacer mención, ya fuera del ámbito meramente baloncestístico femenino español, sobre la aptitud de las jugadoras de Deportes Antofagasta y la campaña impresa en sus camisetas, #niunamenos.
Toda lucha reivindicativa es acogida de buen grado y aunque las diferencias son diáfanas, entre el silencio de las mujeres practicantes del baloncesto en España y la solidaridad y reclamos de las antofagastinas, me quedo con estas últimas.
Si todo el colectivo femenino de un país calla y otorga, con su silencio, validez a formas de control y represión, es que en el fondo, todo lo aprendido no sirvió de nada en función de un salario y unos intereses económicos de quien dice amar y respetar el baloncesto y las mujeres. Empezando por las propias interesadas, cuyo caminar como los cangrejos es una muestra de lo mucho que queda por hacer.
Mujeres jóvenes y vitales que dejaron la lucha y parte de su dignidad en las canchas de baloncesto. Aquellas mismas que firmaron de espaldas al mundo lo caro que puede resultar un beso, un abrazo y un deseo. Porque como escribiera hace poco Tomás Guash (diario Marca, España):”Por menos, Bosman montó aquel lio”.
Desde la imaginaria redacción del “Colo-Colo News”, reciban un cordial saludo de vuestro corresponsal:
FUERZA ALBA
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