Lo bueno, lo malo y lo feo de la derrota en Rancagua

Colo-Colo nuevamente cayó con O’higgins en la sexta región. Ocurrieron cosas feas, malas y aunque no lo crea, una que otra destacable. 

Imagen extraída de dalealbo.cl

Lo bueno

El nivel de Julio Barroso fue sobresaliente, lamentablemente el resto del equipo poco lo acompañó. Bien en la marca, en los cruces y hasta se dio el lujo de salir jugando para generar fútbol y así buscar que Colo-Colo empatara. Es de los pocos que mantiene un nivel parejo todo el año.

Lo malo

Es la segunda caída en el teniente este año. La anterior fue en el primer semestre, por 3-0. Difícil reducto el de Rancagua.

El arbitraje fue otro de los puntos negativos de la jornada de ayer. No influyó en el resultado pero fue muy discreto, para ambos.

Era la oportunidad para Vilches y no la aprovechó. Este muchacho va a tener que buscar nuevos horizontes en 2017 y reinventarse para volver a romperla.

Apartando su lesión, Garcés no puede seguir en el arco albo. Cada salida es un peligro para el equipo o para él. Inseguro, nervioso, lo único que lo salva son sus buenos reflejos. En la jugada del choque con Opazo, salió de forma temeraria, lo que solo produce más riesgo.

Guede cambió 4 piezas y el equipo se desarmó. El fin justifica los medios, pero no podemos ser tan poco suficientes, teniendo más jugadores de recambio que en otros torneos.

Colo-Colo perdió su invicto como visita, su racha de 10 partidos consecutivos sin perder y cualquier opción matemática de título se fue a la basura.

Lo feo

Se jugaba la primera media hora del encuentro y Michael Ríos recibía un balón con ventaja por derecha. En su intento por definir, el volante terminó lesionado y recién volvería en Agosto del próximo año. Ojalá tenga una buena recuperación.

Paulo Garcés salió muy mal del Teniente y tuvo que ser trasladado en ambulancia. Aun no se sabe si atajará ante Católica por Copa Chile. Si no pudiera, pese a todo, sería una muy mala noticia.