You are here
|COLUMNA| Dedicado al hincha simio Columnas DESDE EL SILLÓN 

|COLUMNA| Dedicado al hincha simio

Desde el sillón

Autor | Alberto Salazar Follow @perrobobo0420

Debería estar enfocándome en la previa del partido ante la UC por la semifinal de vuelta en Copa Chile. Pero no, estoy intentando no violentarme ante la indiferencia de ciertas personas frente a la tragedia del Chapecoense que enluta al mundo del fútbol y a quienes amamos este deporte y contamos con un nivel de objetividad y tenemos la empatía para un momento así.

Claro, la empatía no es algo que te nace porque sí. Los valores que te inculcan en tu casa, lo que aprendes en el colegio, te lleva a sentir a el dolor ajeno y ponerte en el lugar del otro cuando se ve enfrentado a una situación de tristeza o catastrófica. Eso es la empatía. Es algo que te enaltece como persona y que le puedes dejar como un gran legado a tus hijos para el futuro.

Pero no todos lo entienden así, no todos entienden que esto del fútbol es un deporte y no una guerra, como ya todos saben (bueno, no todos) y han escuchado o leído en más de una ocasión.

Existe aquel “hincha” o “irreverente” que es el malo de twitter o cualquier otra red social. Ese que se pregunta “porque no fueron los del (inserte nombre de equipo) los que se murieron” o con apenas unas horas de ocurrida semejante tragedia se dan el lujo de lanzar su humor diferente. Porque a ellos no les importa nada, vieja. Ellos son malos.

Muchas veces me he enfrascado en discusiones o he insultado a alguien de un equipo rival, probablemente a puras chuchadas que es mi “cualidad” y por lo que muchos me conocen, a pesar de que quienes me conocen de verdad saben no es tan así. Pero eso no significa que le deseo la muerte o que si me pillo a alguien de camiseta distinta a la de mis amores le voy a pegar o disparar. Entiendo las diferencias, no puede gustarnos a todos lo mismo o sería una lata no tener con quien discutir puntos de vista diferentes. La vida es diferente para todos, percibimos los colores de forma distinta, los sabores no son los mismos para unos u otros.

No concibo las estupideces del hincha simio, los chistosos de turno que desean que tal o cual equipo sufran una tragedia y ojalá la muerte. Quizás para ellos es normal, quizás entre sus pares es muy bien mirado desear la muerte de un papá, mamá, hijo, hija o lo que sea que fuere.

Resulta casi imposible no violentarse frente a tanta indiferencia, frente a tanto weon tonto (perdonen el vocabulario) que al parecer tiene problemas cognitivos serios.

Y también están los intelectualoides de turno, esos que dicen: “son puros weones corriendo detrás de una pelota” o “harto weon pa gustarte el fútbol”.

Sepan, queridos grandes pensadores, que no son solo un grupo de hombres o mujeres corriendo detrás de un balón. Son un grupo de personas que con su sacrificio físico llevan alimento, consiguen techo, luz, agua para sus familias. Son un grupo de personas que cargan con ilusiones de lograr el reconocimiento deportivo y que de paso llevan los anhelos y alegrías de los “weones” como nosotros que los miramos y nos alegramos de sus triunfos y nos entristecemos con sus derrotas. Porque ese grupo de “pelotudos” que corre detrás de esa pelota es capaz de alegrar la vida de millones. Porque un triunfo de tu equipo puede darte la mejor semana de tu vida. Aunque parezca imposible pero puede pasar.

Siento tristeza en mi corazón por la tragedia de estos futbolistas y también siento tristeza por como vemos con el paso del tiempo que ser de un color, partido político, religión o equipo de futbol distinto puede llevar a que alguien te quiera ver muerto.

Desde mi humilde tribuna deseo que las familias de los jugadores de Chapecoense tengan la fuerza para superar este horrible momento y sepan que a algunos si nos importa su sufrimiento.

AGUANTE COLO COLO Y CHAPECOENSE. AGUANTE EL HINCHA DE VERDAD. AGUANTE EL FÚTBOL.

 

 

Related posts