|DESDE EL SILLÓN| Un justo premio
Pensaba hacer mi columna con respecto al serrucho Baeza, quien injustamente no está en la nómina de la China Cup a pesar de su rendimiento más que regular durante este semestre y en el cual mostró ser de los mejores, sino el mejor, volante polifuncional en Chile. Ojo ahí dirigentes, si no renuevan a Baeza, sería uno de los peores errores del último tiempo.
Autor | Alberto Salazar Follow @perrobobo0420
Imagen extraída de lanación.cl
Pero la exhibición de fútbol ofrecida ayer por nuestro equipo amerita con creces ser analizada. Con mi visión de hincha. No soy periodista. Soy uno de esos que ama a su equipo, que cada vez que puede va a la cancha a gritar, sufrir o reír junto a muchos otros que sienten lo mismo que uno. Una pasión que un diccionario no puede describir.
Anoche fue una fiesta, tanto en las tribunas como en lo ofrecido por el cacique en el malísimo césped del Nacional.
Paulo Garcés hizo una presentación con tranquilidad, salvo un par de errores en saques de meta. No pasó problemas y se mostró seguro. Bien por él para que esté tranquilo y confiado en sus capacidades. No me olvido del grandísimo Justo Villar quien cargó con la campaña en momentos difíciles y supo, con su experiencia y calidad, mantenernos vivos en muchas ocasiones en las que parecíamos estar derrumbados ante la adversidad de resultados.
La línea de 3 de Mati Zaldivia, Julio Alberto y el ya mencionado jamás se vio sobrepasada, en muchas ocasiones incluso se daban maña de doblar la marca del único que algo pretendía crear en el rival, Ceratto. Se notan muy cohesionados nuestros defensores y crucemos los dedos para que se mantengan juntos durante mucho tiempo más.
Un par de mordedores de tobillos y que también saben con la pelotita como Suazo (que alegría verte campeón, Chino) y un tremendo Esteban Pavez que le quitaron la pelota a todo lo que pasó por el lado de ellos. Además el Chino dio un pase digno de un 10 clásico para el segundo gol del albo.
Las bandas bien cubiertas con un Gonzalo Fierro criterioso e inteligente en este partido y un Martín Rodríguez superlativo, con un nivel de crackura que lo hace merecedor de estar en el sitial en el cual se encuentra hoy, figura del equipo más grande de este país.
Ramón Fernández hilando de manera correcta las jugadas de ataque, sin brillar como en el clásico, pero si coronando una jornada buena para él y su rendimiento con un gol para cerrar la fiesta. No puedo olvidar tampoco al Pájaro Valdés quien mejoró ostensiblemente su rendimiento en los últimos 2 meses para ser fundamental con su inteligencia en el manejo y en los tiempos del equipo.
En los delanteros quiero tomarme un poco más de tiempo.
Octavio Rivero llegó sin un gran cartel, más que nada acompañado de lo que le conocíamos en su paso por un equipo de la sexta región, en el cual tuvo un desempeño bastante respetable. Le costó, sufrió la falta de gol pero jamás decayó en su espíritu combativo. Corría cada balón como si en eso se le fuera la vida. Y así es como terminó convirtiéndose en una pieza clave en el andamiaje del cacique, anotando goles y sacrificándose en la recuperación de balones a la hora de defender.
Y no puedo sino aplaudir con los pies mientras escribo acerca de nuestro gran capitán, símbolo y leyenda de este equipo, el gran Esteban Efraín Paredes Quintanilla. Que se puede mencionar acerca de él que no haya sido dicho ya. Crack, figura, superclase, ídolo y más adjetivos calificativos para su grandeza. Esteban llegó a Colo-Colo por allá por el 2009, para cumplir su sueño de defender la camiseta de sus amores. Y desde ese entonces hasta ahora nos ha regalado alegrías por montones, títulos, sacrificio y amor por la camiseta. Sus goles en finales y ante el clásico rival le han llevado ser un goleador de esos que quedan en la historia grande del cacique. Y representa lo que todos los colocolinos quieren.
Esteban Paredes sin aspavientos ni grandilocuencias, se ha dedicado a demostrar su grandeza en una cancha, que es donde se ven los de verdad, no detrás de un micrófono.
Lógicamente tiene mérito el técnico Pablo Guede, quien llegó a imponer una idea que en un principio fue suicida, con errores garrafales en defensa que nos hicieron perder muchos puntos sobre todo de local. Pero en un bendito momento se dio cuenta de las fallas y rehízo su esquema, sin dejar de privilegiar el ataque pero con los recaudos necesarios para dejar de sufrir en cada ataque del rival. Y lo más importante de todo, consiguió que los jugadores le crean y supo recuperar rendimientos extraviados en un principio. Eso nos llevó a elevar el nivel hasta el punto de ganar una bien merecida Copa Chile.
Aprovecho de saludar a los que todavía le dedican sus epítetos de vende humo y más. Sé que muchos no darán su brazo a torcer para reconocer la influencia del técnico en este equipo. Porque son “choros” y hay que morir en esa. Reconocer que Guede si tiene méritos en esto no los hará mariquitas, por si acaso.
Ya para finalizar, no aburrir y con el año futbolístico del albo cerrado, quiero darme una licencia (como dijo el profesor Rossa alguna vez) y agradecer.
Agradecer a Somos Chile Radio y cada uno de sus integrantes por los momentos vividos. Por permitirme expresar la locura, las alegrías, los enojos en cada una mis columnas y ser partícipe de otras notas en cada partido del cacique. Por conocer a algunas personas a las que puedo llamar amigo y que son tan difíciles de encontrar ahora. Y aprovecho de decir que: DEJENME COMENTAR UN PARTIDO DEL ALBO POR LA CRESTA JAJAJA. Prometo que me retiro de las pistas si me dan la oportunidad una vez (mentira).
Agradecer a cada uno de las personas en tuiter, Facebook u otra plataforma que se tomó su tiempo para leer, putear o felicitar cada uno de mis escritos. Sepan que cada uno de ellos fue realizado sin soberbia alguna, respetando las opiniones disidentes y con un amor infinito por Colo Colo. No me creo el que más sabe del cacique, para eso está Sadrach (sígalo en tuiter, no se arrepentirá). Tampoco pretendo imponer mi pensamiento. Soy solo uno más que emite una opinión y que simplemente cuenta con una tribuna donde expresarla.
Agradecer a mi mujer Gisela Márquez y mi hija Anahí quienes se sienten orgullosas y al mismo tiempo son mi cable a tierra. Gracias, amores míos, por respetar y compartir mis locuras, mis lágrimas de tristeza o alegría y mi pasión por el albo.
Agradecer a mi madre que siempre se pone muy contenta al ver mis escritos y que también me apoya este inmenso gozo que es ser hincha del cacique.
Y finalmente, gracias a Colo-Colo. Gracias mi viejo y leal amigo por acompañarme en mis 35 años de vida. Por darme alegrías tremendas cuando más sufría, por completar mi vida con tus triunfos cuando estoy viviendo uno de mis mejores momentos personales. Por estar siempre ahí sin pedir nada a cambio.
Gracias Colo-Colo por existir para alegrar la vida de tanta gente.
¡1, 2, 3 por el campeón, por el campeón, saquemos un grito de corazón!
Compártelo en tus Redes Sociales
- Hac clic para enviar por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)