|COLUMNA| Capitán en retiro
Gonzalo Fierro ha sido uno de los jugadores más discutidos del último año en Colo-Colo, tanto en su rol de lateral como en el de capitán del Cacique.
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Imagen extraída de La Cuarta
Esto no es de extrañar, ser jugador albo conlleva estar en constante cuestionamiento público por la mitad más uno de hinchas del país, prensa e incluso rivales, más aún cuando se lleva la jineta. Tampoco es raro que el nivel de un jugador de 33 años comience a decaer, o que en su rol de principal representante del equipo tome decisiones y/o haga declaraciones que no dejen contentos a todos. Lo que sí es extraño es el particular ensañamiento, en especial de los hinchas, para con el, hasta hace poco, capitán y sin duda símbolo de Colo-Colo (aunque a muchos no les guste).
Lo primero que debemos puntualizar es que Gonzalo Fierro es indiscutiblemente un referente del Cacique, cualquier hincha albo más o menos coherente lo sabe y para muestra daremos un vistazo a su carrera en el club.
Gonzalo Andres Fierro Caniullán es un jugador de casa. Ingresó a las inferiores el año 1998 con 15 años y fue quemando etapas hasta llegar al primer equipo. Su primer paso en el profesionalismo lo dio en una de las etapas más oscuras de la institución, justo el año de inicio de la quiebra en el Apertura 2002, debutando bajo las órdenes de Jaime Pizarro (el histórico capitán del ’91) el 9 de Marzo en Calama en el triunfo 2 a 0 del Cacique entrando en reemplazo de otro histórico líder, Marcelo Espina. Para el torneo siguiente Fierro ya alternaba con regularidad siendo parte importante del emblemático ‘Campeón de la Quiebra’ en el Clausura 2002. El ‘Joven Pistolero’ se mantuvo en el club durante todo ese negro periodo de quiebras, demandas, síndicos, reducciones de salarios, pagos parciales de sueldo y demases, siendo importante en la misión de mantener al equipo a flote mientras se solucionaba lo económico. Destacó jugando desde mediocampo hacia adelante como lateral volante, creador, puntero, segunda punta y centrodelantero. Incluso fue goleador del Torneo de Clausura 2005 (junto a César Díaz de Cobresal y el ex albo Cristián Montecinos de Concepción) con 13 anotaciones. Luego llegaría la concesionaria y con ella el mejor periodo de Gonzalo, el tetracampeonato al mando de Claudio Borghi siendo pieza angular en la ‘generación dorada’ de canteranos albos junto a Matías Fernández, Claudio Bravo, David Henríquez, Miguel Riffo, Jorge Valdivia, Arturo Vidal, Álvaro Ormeño, entre otros. Como volante derecho y con la ’11’ en la espalda (su primer dorsal fue el 30 y luego el 17) fue número puesto en ese equipo de cracks que consiguió cuatro campeonatos seguidos y una final internacional siendo figura. Luego de todo lo ganado vendría su merecida oportunidad en el extranjero a mediados del 2008 siendo traspasado al gigante brasilero Flamengo, en donde permaneció cuatro temporadas disputando casi el centenar de partidos y ganando tres títulos (1 Serie A y 2 Campeonatos Estaduales). Se fue a mediados del 2008 como figura y volvió el 2012 para transformarse en el referente de un Colo-Colo que andaba a los tumbos. Tras varios cambios posicionales terminó jugando como lateral derecho dándole un segundo aire a su carrera transformándose rápidamente en uno de los mejores en su puesto, incluso volviendo a la Selección Chilena con la que había sido mundialista el 2010. Así llegó el 2014 y volvieron los títulos, levantó la ‘30’ como ‘capitán subrogante’ ya que Luis Mena, quien era el capitán, estaba en la suplencia. Y la ‘31’ el 2015, ya derechamente como capitán, jineta que perdió junto con la titularidad en el último torneo.
¿Gonzalo Fierro es un símbolo albo? Absolutamente. Nadie en el actual plantel puede hablar con mayor propiedad de Colo-Colo que el ‘Joven Pistolero’, quien puso el pecho en la peor etapa de todas como fue la quiebra y fue parte estelar del mejor periodo del Cacique en este siglo consiguiendo el ‘tetra’. Estuvo en las buenas y en las malas y las enfrentó haciendo lo que sabe lo mejor posible. En este plantel simple y sencillamente no hay ningún referente más empapado de la historia alba que él.
Sin duda el tema que más polémica produjo en torno a la figura de Gonzalo fue la capitanía, en la que fue designado en reemplazo de Luis Mena, quien se retiró a mediados del 2014. La mayor crítica que se le realizó fue que siguió con la misma forma de actuar que antes de tener la jineta. Su liderazgo, a diferencia del multicampeón, está marcado por su fuerte carácter, mismo que lo lleva a encarar fuertemente a los árbitros teniendo reacciones algo desmedidas ganándose, de paso, expulsiones tontas y a realizar declaraciones incendiarias dando su opinión sin medir las repercusiones que sus palabras puedan tener aunque siempre haciéndose cargo de ellas, para bien o para mal. Sus acciones llegaron a tal punto que ex jugadores albos manifestaron su desacuerdo, como por ejemplo el legendario puntero de Colo-Colo ’73, Leonardo Véliz, quien criticó sus excedidas reacciones y postuló al internacional Justo Villar como capitán apelando a su serenidad (como dato el ‘Pollo’ salió de las inferiores de Everton y rara vez fue capitán en el cacique). O también Fernando Astengo, ex defensa y técnico popular (no dirigió a Fierro) quien cuestionó el liderazgo del ‘11’ asegurando que este no era innato, que no era capitán por naturaleza sino por antigüedad (como dato el ‘León’ solo jugó una temporada en el club, muy buena por cierto, y fue capitán esporádicamente). Si se analiza bien puede que ambos tengan razón, en realidad Gonzalo es un tipo bravo, que tiene las revoluciones siempre a mil cuando defiende al Cacique lo que lo lleva a cometer errores. Pero también aciertos, como modificar el diseño de la jineta y agregarle tintes mapuches reflejando así el orgullo de sus raíces, mismas que el club comparte en su nombre. Además los liderazgos no necesariamente deben ser iguales, la historia alba misma es muestra de aquello. Ha tenido capitanes manejadores y que hacían pesar la jineta como Marcelo Espina y Arturo Sanhueza; serenos y conciliadores como Jaime Pizarro y Luis Mena, o de carácter fuerte y explosivo como Ivo Basay y David Henríquez. Fierro es de estos últimos, de hecho él mismo ha confesado que uno de sus referentes en la capitanía es David y que el único DT con el que se ha enfrentado es con el ‘Hueso’…se imaginarán por qué. La capitanía de Fierro era totalmente merecida mientras la portó, un tipo que no vende humo, que ejerce su derecho a opinar y que se entrega ciento por ciento haciéndose cargo de cada uno de sus actos dentro y fuera de la cancha. No es simpático, tampoco la máxima figura, posiblemente no cae bien, pero hace todo lo que considera necesario para defender al Cacique de todo y de todos. Hoy Esteban Paredes lleva la jineta, pero no porque Gonzalo no la merezca, porque nadie en este plantel la merece más que él. En este caso adhiero totalmente a la opinión de uno que, a diferencia de Véliz y Astengo, si supo lo que era portar la jineta de capitán en Colo-Colo: el gran Raúl Ormeño, quien salió de las inferiores albas y jugó en el Cacique durante toda su carrera entre 1975 y 1991 obteniendo 14 títulos (7 Campeonatos Nacionales, 6 Copas Chile y la Copa Libertadores), siendo capitán desde 1987 (reemplazando a Roberto Rojas) hasta principios de 1991 (dejándole la capitanía a Jaime Pizarro), quien al ser consultado sobre Fierro y su rol como capitán declaró: “Fierro es el capitán de Colo-Colo porque ha vivido en carne propia la historia del club”, y agregó “Hoy la jineta de capitán está en el brazo del hombre que la merece”.
Ahora, en lo netamente futbolístico, es obvio que su mejor momento pasó. Con más de 400 partidos por el Cacique, más de un centenar de goles (el número 100 lo anotó el 15 de Octubre del 2015 a Copiapó en el Salvador, en la victoria 3 a 2 por Copa Chile), ocho títulos en el club (7 títulos nacionales y 1 Copa Chile) y 33 años a cuestas era esperable que su rendimiento comenzará a decaer, más jugando como lateral en donde la rapidez y el fondo físico es fundamental para el puesto. No ha tenido mejor suerte en otras posiciones en las que hace mucho no jugaba y en donde no le dieron continuidad, por lo que inevitablemente cayó en una suplencia merecida a la luz de los hechos, más cuando el cambio de esquema de Guede no considera laterales, así que virtualmente quedó sin puesto en el equipo (de paso se comprobó en este torneo que la supuesta inmunidad del histórico fue solo una especulación de la prensa). El fútbol es presente y Fierro lo entiende, cosa que no todos los futbolistas son capaces de hacer (sino pregúntenle a Humberto Suazo).
Gonzalo Fierro, el mismo que fue apadrinado por Marcelo Barticciotto al llegar al primer equipo, el que es referente de Gabriel Suazo quien en inferiores usaba la ‘11’ en su honor, hoy por hoy es el colocolino más emblemático del plantel. Tiene ganado su espacio en la historia grande del Cacique y su retiro (despedida incluida) debe ser en la institución que le vio nacer y a la que ha entregado tanto. Se lo gano por años en la cancha, que es lo que vale, por más que hoy no ande bien.
Eso no quiere decir deba retirarse aún, le queda talento que aportar. Le da peso y oficio al equipo en los momentos necesarios (como se vio en la final de Copa Chile). Tal vez no sea titular regularmente pero sigue siendo un jugador de lujo para el medio y una alternativa competente para el técnico. Pero sin duda que Gonzalo ya debe estar meditando que tanto tiempo le queda en el fútbol. Por lo menos de la capitanía ya está retirado.
SAMUEL LORCA M.
Sammael @xamwel
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