|COLUMNA| Fin de año
Autor | Javier Contreras Follow @JavierSaCoPe
Última semana del año y obviamente uno piensa en los resúmenes, evaluaciones y proyecciones. En lo personal puedo decir que es mi primer año escribiendo de pe a pa, ha sido una experiencia bella por sobretodo, pero a veces también ha sido agotadora en algunos momentos donde sabes que la columna debe salir si o si todas las semanas. A la hora de analizar al Cacique, nos encontramos con un año bastante bajo para las aspiraciones de nuestra institución y que ha pasado por más bajos que altos.
Al pensar en el mal año que tuvo el Cacique y el karma, no puedo no pensar en ese fatídico final de campeonato el año pasado contra los caturros en Playa Ancha. Una de las celebraciones de campeonato más tristes en la historia y si quieren pueden leer lo que escribí por esos días. Después de eso se mantuvo el planteamiento mediocre del fin de campeonato ganado a duras penas, donde la mínima ventaja era defendida con tenencia de balón y donde la lateralización del juego hizo tildar a Sierra de ratón. La Libertadores fue un sufrimiento, un grupo accesible nos renovó los miles de fantasmas que nos ha traído la última fecha de la fase de grupos de este torneo. Los conflictos con el plantel después del caso Suazo se intensificaron con las declaraciones de Barroso, cuando hizo la regla de tres entre los porcentajes de trabajo y suerte. Todo esto lo utilizó el pillo de Mosa para mosquear al DT con la tardía llegada de refuerzos a mitad de año y otras artimañas en una atrasada intertemporada que terminó por aburrir al Coto, como el nos aburrió a nosotros, y decidió dar un paso al costado. Como si todo estuviese fríamente calculado, se alinearon los astros y llegó a la banca una de las obsesiones de don Aníbal, Pablo Guede.
El técnico argentino no tuvo un mal año en San Lorenzo, pero llegó para ganar la libertadores y no la Copa Argentina. Por esto fue desafectado en los cuervos y llegó a Chile con su conocido juego de ataque, presión y vértigo. Es verdad que llegó tarde, tuvo que empezar a probar con el campeonato ya comenzado y su llamada revolución dejó a los jugadores muy incómodos, el técnico pensó en renunciar debido a los malos resultados. Cuando entendió que debía armar el equipo desde atrás, logró una seguridad que soltó a la delantera y mejoró de manera ostensible el rendimiento. Se ganó el clásico, se le paso por encima al bicampeón en los partidos que jugaron y se logró la Copa Chile, como si fuera el karma de Pablo quedarse con el torneo menor que disputa.
Colo-Colo termino el año con un campeonato y con la cara lavada, el equipo jugó muy bien las últimas fechas y daba para ilusionarse con lo que viene por delante. Guede terminó con un equipo armado, pensando en las incorporaciones y la pretemporada. El sorteo de la Copa Libertadores nos dejó tiritones, pero yo decreto que si se llega a la fase de grupo será preparados para la alta competencia. Lamentablemente empezaron las dudas que siempre han acompañado a la concesionaria, las dudas que demuestran que los administradores del club siempre están poniendo sus intereses por sobre los del club, siempre tratando de ahorrar dineros, demorando pagos, renovaciones y demases. Hoy se confirma que uno de los mejores jugadores de la temporada se va y que otro que en una semana será jugador libre, también maneja ofertas. Además se confirma que no se juega la copa internacional en Florida y que queda menos de una semana para el plazo que se impusieron para la llegada de refuerzos, pero aún no se sabe nada de nombres. Un fin de año que venía hermoso y que por las gestiones de Blanco y Negro no es tan auspicioso como pensábamos.
