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|COLUMNA| ¿Se acabó la Guedemanía?

¿EL FIN DE LA GUEDEMANIA?

La semana recién pasada el técnico albo Pablo Guede tuvo el golpe más duro en lo que va de su estancia en Colo-Colo al quedar eliminado de Copa Libertadores ante el Botafogo de Brasil en la primera fase.

Autor | Samuel Lorca Follow @xamwel

Y si bien no era impensable la posibilidad de quedar fuera, más ante un rival que viene de un futbol con un presupuesto y atractivo mucho mayor que el nuestro, el sabor más amargo lo dejo la forma en que se gestó la eliminación, con el equipo albo renunciando al futbol ‘ganador’ promulgado desde siempre por nuestro mediático y locuaz técnico.

Más allá de la actitud y el nivel de los jugadores o los errores dirigenciales de la concesionaria, actualmente comandada por un discreto Gerente Deportivo como Óscar Meneses, es el tema técnico el que llama poderosamente la atención ya que el estratega de a poco ha ido mostrando varias falencias que antes de su llegada eran evidentes y que fueron tapadas tanto por la buena prensa que tiene el DT como por el exitismo generado por los buenos resultados y buen juego conseguidos por el equipo en un torneo menor.

La llegada de Guede a mediados del año anterior fue vista con buenos ojos por gran parte de la hinchada alba. El juego ofensivo (a lo ‘Guardiola’ según muchos) que pregonaba fue atractivo para las huestes colocolinas cansadas del futbol resultadista de José Luis Sierra. El buen juego mostrado en Argentina con San Lorenzo de Almagro y el recuerdo de lo hecho en Chile con Palestino generaron esperanzas de grandes hazañas.

Esta vorágine de positivismo hizo que la mayoría obviara un par de temas evidentes e importantes: El argentino antes de llegar al Cacique no tuvo grandes logros además de una limitada experiencia en Primera. En el club de Boedo, Guede tuvo a disposición un equipazo que no supo aprovechar, primero quedando eliminado en primera fase de Copa Libertadores confirmando que es un técnico sin experiencia ni peso a nivel internacional, inviable para cualquier equipo que desee pelear un título en ese ámbito (recordar que San Lorenzo venia de un exitoso periodo con Edgardo Bauza, la antítesis de Guede en el futbol continental); y como segundo no fue capaz de ganar la final del torneo argentino confirmando que el hombre no sabe dirigir un equipo en momentos importantes.

Me imagino que esta descripción les suena conocida porque es exactamente lo que sucedió a mediados de semana: Guede confirmó una vez más que el aspecto internacional le queda gigante al no saber abordar ninguno de los dos partidos de la llave con Botafogo. En el primero se puso a ‘reinventar’ improvisando a Gonzalo Fierro como stopper una función que, por mucha polifuncionalidad que haya tenido el ‘joven pistolero’ en su carrera, no tiene condiciones para realizar. Como resultado se trajo una derrota evitable ante un rival en ningún caso superior. En el segundo se puso a aguantar el marcador tras convertir el primer gol renunciando al tan manoseado fútbol de ataque que con tan buenos resultados propuso en Copa Chile y en los últimos partidos del Campeonato Nacional (cuando ya no se jugaba por nada) teniendo como resultado una dolorosa eliminación demostrando una vez más que no tiene capacidad para guiar a su equipo en momentos importantes ante rivales de peso (y me refiero así a Botafogo solo porque viene de Brasil).

El buen funcionamiento del equipo a fines del año anterior hizo que las expectativas fuesen exageradamente altas para esta temporada. Pero a decir verdad esas ilusiones fueron un autoengaño de los mismos hinchas que hicieron vista gorda de algunos hechos como que Guede tuvo un torneo entero para entender que a Colo-Colo se viene a ganar y no a aprender ni a probar, pero aun así no cesa en su intención de reinventar el futbol, cosa que solo le ha traído derrotas. Y no es que no se pueda improvisar, pero al menos necesitas que el tipo tenga condiciones básicas para el puesto en que se quiere utilizar, algo que el técnico argentino se empeña en ignorar. Sencillamente no aprende de sus errores, esa manía de poner jugadores fuera de puesto solo por el gusto de usarlos allí es algo que hace desde su llegada y que en Colo-Colo nunca le ha funcionado, y si bien los malos resultados y la presión llevaron a que dejara de hacerlo, no encontró nada mejor que recaer en su mal habito en el ámbito internacional. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué quiere demostrar? Lo de Fierro era totalmente innecesario teniendo a Meza, y si llevo al recién llegado central a la banca en desmedro de Hardy Cavero (a quien nadie se explica para que lo hizo volver de su préstamo si no lo iba a utilizar) es porque estaba para jugar. Inentendible.

Una de las críticas que más se le hizo a Sierra era que aceptaba las contrataciones que la concesionaria le imponía (olvidándose que renunció justamente por lo mismo) cosa que Guede ha repetido. Con excepción de Meza, el club termino trayéndole la alternativa B o C, le vendieron jugadores importantes y con suerte renovaron a Baeza, jugador al que le trajo un reemplazo en el puesto de central y que no tiene cabida en el medio. Eso sin contar que le trajeron los refuerzos encima de la hora sin el tiempo necesario para adaptarlos al equipo en pos de enfrentar el desafío internacional. Y aquí también vienen las contrataciones que llegaron de su mano (porque las acepto aunque no fueran primera alternativa) para enfrentar la Libertadores:

  • Trajo a Mark Gonzalez para reemplazar la función de Martín Rodríguez y no tan solo no jugó en la Libertadores sino que recién este fin de semana pudo debutar oficialmente. Es sabido que el carrilero es propenso a todo tipo de afecciones (en buen chileno ‘de cristal’) y que hace rato que no tiene una temporada regular. Aun así fue contratado y no tan solo ya no cumplió con la misión para la que fue traído sino que pareciera que no logrará ser aporte esta temporada (cosa que era totalmente previsible).
  • Trajo a Pedro Morales para reemplazar a un cada vez más intrascendente Jaime Valdés (aunque la mayoría que hace rato no ve jugar al ex Málaga cree que viene a pelearle el puesto a Ramón Fernández). El problema es que Morales viene de terminar su temporada en Octubre (Vancouver Whitecaps, su anterior club, no clasificó a Play Offs en Estados Unidos) tras un año en donde sufrió con varias lesiones, al punto que el club canadiense optó por no renovarle a pesar de ser el capitán del equipo. Llegó sin futbol competitivo y con muy poca antelación, ello porque no era la primera opción en la lista. Como resultado no estuvo listo para el desafío ante Botafogo, y si bien en los pocos minutos que tuvo mostró sus condiciones, ello no alcanzó. Ahora esta contratación que fue traída para hacer frente a la Libertadores no tiene Libertadores.
  • Y por último trajo a Fernando Meza, para reemplazar al eslabón más débil en la línea de tres de la defensa, Claudio Baeza. El tema es que Meza, que ya venía de una temporada de poco fútbol en Necaxa en donde no era titular, llega un día antes del inicio de la llave ante Botafogo al punto que Guede, quien opta por llevarlo a la banca en ese partido, no lo utiliza tras lesionarse Matías Zaldivia. Luego la necesidad lo obliga a usarlo en el partido de vuelta. Lo increíble es que el tercer refuerzo tampoco termino sirviendo para enfrentar la Copa. Y solo la lesión de Zaldivia hace que su llegada termine siendo un acierto.

Como vemos las elecciones de Guede no fueron afortunadas al punto que trajo (o acepto que le trajeran) tres jugadores de innegables condiciones pero todos con muy poco rodaje en la temporada pasada ya sea por lesión o simple suplencia. Eso sumado a que llegaron casi encima del inicio de la serie por la primera fase de la Copa da como resultado que ninguno de las contrataciones consiguiera ser de utilidad para cumplir el primer gran objetivo del año que era pasar a la fase de grupos de la Copa.

Para este punto creo que ya está claro que la responsabilidad del técnico en la reciente eliminación va mucho más allá de lo dispuesto en la cancha. Pasa por un tema de capacidad sobreestimada (y al parecer el argentino comenzó a creerse todo lo que decían de él), de poca convicción tanto en su esquema ante sus jugadores, como en sus necesidades ante la dirigencia, de malas decisiones y por sobre todo de falta de carácter en las ocasiones importantes. No se trata de ser general tras la batalla, varios de los hechos descritos en esta columna ya fueron desarrollados apenas asumió Guede como técnico albo (Columna ‘Guedemania’ del 29 de Agosto del 2016), tampoco se trata de pegarle en el suelo al técnico, a lo que verdaderamente se refiere esta columna es a que debe sopesarse al actual técnico albo en su real dimensión.

Este fin de semana el Colo-Colo de Guede goleó a un débil Audax Italiano jugando a gran nivel. Seguramente de su mano pelearemos la ‘32’ con muchas posibilidades de que con el equipo que se formó la consigamos. Guede puede lograrlo porque su capacidad para la liga local alcanza, en Chile es el ‘puto amo’ como el mismo aseguró, en nuestro país el técnico argentino encontró su lugar en el mundo y Colo-Colo puede sacar provecho de eso. Si se logra sin duda que todos gritaremos campeón y celebraremos como tantas veces.

Pero aunque ello suceda, no debemos olvidar lo de la semana pasada. Porque si en algún momento la dirigencia del Cacique se plantea en serio pelear a nivel internacional, no es Pablo Guede el técnico indicado.

 

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