|COLUMNA| El Incomparable
Desde el sillón.
Autor | Alberto Salazar Follow @perrobobo0420
Después de un descanso bastante prolongado, vuelvo a expresar mi humilde opinión en esta tribuna que me regala Somos Chile Radio.
Todo esto debido a las odiosas y poco fundamentadas comparaciones que se realizan esta semana en cuanto al nivel de Paredes y Mora.
Me genera violencia este tipo de situaciones ya que comparar a un tipo goleador de la liga chilena en primera división en muchas ocasiones (5) y otro que está intentando recuperar su nivel, me parece terrible.
Siento que al gran jugador se le debe respeto, independiente del equipo donde juegue. Sea azul, cruzado o del cacique. Te puede gustar o no, eso es parte de la visión que cada uno de nosotros tiene del fútbol, pero jamás, si es que se ama el fútbol, se puede desconocer a quienes han marcado a nuestro alicaído torneo nacional.
Esteban Paredes es un tipo que está marcando su nombre en el fútbol chileno con letras doradas. Un jugador que con el paso del tiempo solo ha perdido cierta velocidad pero mantiene esa categoría de definición, habilitación e influencia en el juego del equipo más grande de este país.
Un señor al que no le quedan grandes los clásicos, que se da maña para estar en la selección con su edad, que muestra un profesionalismo pocas veces visto. Se dio cuenta de sus falencias físicas y se propuso mejorarlas. Lo hizo de la mejor manera posible y ahí está, causando dolores de cabeza en las defensas de los otros equipos, generando odio en los rivales más enconados que tenemos. Si, Efraín, el otro lado te odia por tenerlos de caseros.
Mora es un buen cabro, con ganas de hacer goles y lo está consiguiendo. Bien por nuestra selección que tiene una opción más en la delantera. Pero no ha sido ni la sombra de lo que el señor Esteban Paredes ha logrado en nuestro país.
Llegar después de una estadía en México, donde marcó una cuota importante de goles, llegó al cacique con las ganas locas de bajar la 30. Esas ganas que veíamos postergadas y que nos volvía locos. Se calzó la camiseta con el número 30 y dijo que venía a ser campeón. Fue casi como diciendo “permiso, vengo a bajar la 30, déjenme hacer mi trabajo”. Y lo consiguió.
Quizás la deuda pendiente está en el ámbito internacional, pero no es su carga. Es la tarea mal realizada por dirigentes a lo largo de muchos años, con refuerzos de medio pelo que poco y nada aportaron al club en sus objetivos de lograr triunfos en torneos sudamericanos.
Amigos, los adjetivos calificativos para describir a Esteban Paredes parece que no dan abasto. Entiendo a quienes lo odian porque los ha sacado a pasear en más de una ocasión. Pero eso no significa que no puedes reconocer su calidad e influencia. Menos puedes compararlo con una joven promesa que realiza sus primeras armas. Es injusto para este chico Mora.
Alguna vez fue Salas, Beto Acosta, ahora es Esteban Efraín Paredes Quintanilla.
Hermanos del albo, les recomiendo disfrutar del bello momento del goleador albo. No sabemos cuánto más lo vamos a tener y cada partido que juega Esteban Efraín es una bendición para el pueblo cacique.
Señores de equipos rivales, les recomiendo ver a una leyenda viviente. Nunca está demás.
Aguante Colo-Colo y que viva Esteban Paredes. Larga vida al goleador.
Compártelo en tus Redes Sociales
- Hac clic para enviar por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)