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|COLUMNA| Memorias de un desencuentro

DESDE ESPAÑA CON AMOR

Autor | José Luis Pena Follow @QuincyChile

Esta va a ser una columna larga, minuciosa y hasta difícil de digerir. Intentaré por todos los medios hacerla amena y entretenida en la medida de lo posible. Tiene mucho (yo diría muchísimo) de ese fútbol desconocido incluso en Europa, que habla de unos jugadores de fútbol abriéndose paso a codazos en busca de un entorchado glorioso nunca alcanzado pero cuya marcha en este deporte de locos permanece en mi memoria de manera imborrable.

Estimada familia alba; camaradas de @SomosChileRadio y @DaleAlbo; hinchas que beben otras aguas y lector@s persistentes y tenaces ya curtidos en mis batallas, prepárense para navegar (bonita palabra) por esa especie de submundo balompédico donde la fama, los contratos millonarios y el glamur del estrellato quedaron estampados contra el suelo.  

Son esas historias perdidas de seres humanos que hicieron del olvido una virtud; de la perseverancia un don; de la derrota un tirar hacia adelante y de la pasión por un deporte una sublime devoción.   

NO SOY EL REY DE LA CLASE

Pero antes de enfrascarme de lleno en este nuevo trabajo, si me gustaría dejar por sentado un par de cuestiones, que sin ser dramáticas para mí, estimo necesario aclarar. Saben perfectamente quienes me siguen puntualmente de mi respeto hacia ustedes. De mí compromiso ante la verdad. De la seriedad que pretendo implantar en las columnas, bien me ponga académico, divulgador, cronista, como falso periodista o simple analista del acontecer diario de Colo-Colo.  

Soy un viejo rockero del fútbol. Desde que tengo uso de razón convertí este santo deporte en algo personal y pasional. Vivo el fútbol de norte a sur, de este a oeste. De arriba a abajo, de derecha a izquierda. Muchas veces de manera presencial  y las demás por medio de la caja tonta (televisión) o mediante la radio. Leo cuanto puedo la prensa deportiva española. Asisto a debates y a encuentros entre exprofesionales o simples mortales como yo.

La cuestión es seguir manteniendo, pese a mi largo recorrido, el fuego abrasador de un deporte cuyos recuerdos se pierden en la nebulosa del tiempo. Aprendí que el fútbol es algo más de 90 minutos reglamentarios. Interiorice de buena gana el enganchón emocional a que me vi sometido. Y siempre intentando dar un paso más allá.  

Durante mi etapa de madurez como persona fui tomando conciencia de la multitud de aspectos desconocidos que el fútbol podía ofrecer. No quise ser un mero espectador complacido ni quedarme en los detalles banales. Tampoco deseaba transformarme en un simple tertuliano de taberna. Tenía que ir más lejos. Era mi anhelo cruzar las fronteras invisibles en cuyos contornos se refugian hechos y sucesos individuales o colectivos que a la postre también son convertidos en historia del fútbol.   

Estudie su biografía. De su estructura social y entramado extradeportivo. De cómo se forjaron las grandes leyendas y de cuantos se quedaron por el camino incluso antes el terreno picara hacia arriba. Del por qué el mundo entero es capaz de paralizarse cuando llegan ciertos eventos y el fútbol preside la gran tabla redonda a modo de religión encubierta.  

Supe de sus grandezas y miserias. De los dramas tipo “Maracanazo”, allá por 1950. De sus escándalos y escarceos con lo esperpéntico (partido Alemania Occidental vs Austria en el mundial de España’ 1982). De las tragedias sufridas en sus gradas (Heysel, Valley Parade o Hillsborough). De la trascendencia de algunos partidos que cambiaron la historia aunque fueran por unas horas (partido de la muerte, partido de la tregua de Navidad, la denominada guerra del fútbol entablada entre Honduras y El Salvador). De sus catástrofes aéreas (Superga, Munich y recientemente en Cerro Gordo, hoy rebautizado como Cerro Chapecoense).  

Tomando apuntes. Intentando individualizar un deporte convertido en fenómeno de masas. De sus héroes y villanos. De las grandes victorias de quienes a priori no tenían ni coro. De las grandes decepciones. En resumidas cuentas. Emprendí la siempre difícil tarea de invadir los territorios tangenciales que rodean el fútbol y cuyos límites son inabarcables.   

Fruto de esa inquietud intelectual y de intentar ampliar los márgenes de la realidad aplicando la visión periférica, les llega esta columna de hoy. Pero dejando claro una cosa. No soy el más listo de la clase. Ni tan siquiera tengo buena memoria.  No soy un sabio ni nada que se le parezca, ni maestro ni doctor. Eso sí, poseo la capacidad de ofrecerles cuanto sé, que nos es poco.  

CINCO HISTORIAS VERDADERAS

En el afán por involucrarme de pleno en esos parajes que bordean el mundo del fútbol, que siendo propiamente fútbol o no, forman parte de su entorno, me tropecé con cinco historias dignas de ser mencionadas, no como escarnio sino para ser difundidas con todo el respeto del mundo. Siempre me llamó la atención los ganadores, los vencedores o los que alcanzaron el estrellato. Pero al mismo tiempo comprendí de esas otras historias amargas que el fútbol suele regalar a sus practicantes.   

Historias de un fútbol cotizando a la baja. De cuando te señala con el dedo y dicta el infortunio como moneda de pago y que tú lugar en la historia es no tener historia. Solo que el fútbol se equivoca. Porque a quienes voy a citar en este trabajo tienen su propia y genuina historia escrita con el pedigrí de los perdedores u olvidados. Son los mismos que se agolpan a dos vidas de la gloria y la fama.

(Andy Selva)

De padre italiano y madre sanmarinense, este jugador nacido en la ciudad de Roma un 23 de marzo de 1976, sigue en activo para la práctica del fútbol a pesar de su edad y la mala fortuna de no ser un portento para esto de darle patadas a un balón.

Un buen día decidió defender la camiseta de la selección nacional de San Marino (ranking FIFA a marzo de 2017, número 202) ejerciendo de delantero. En su vida deportiva nunca salió de la bota italiana. Sus equipos pueden ser catalogados de segunda fila. Catanzaro (1998-1999), Padova (2005-2006), Sassuolo (2006-2009) o el Hella Verona (2009-2011) fueron testigos de su empeño por saltar a la gloria. Desde 2012 juega en una escuadra sanmarinense llamada La Fiorita.

Pero Andy Selva tiene su historia. Es un auténtico ídolo en la pequeña república incrustada en Italia. Tiene el honor de ser el jugador con más participaciones por San Marino (74), al mismo tiempo  que gracias a sus ocho goles, convertirse en su máximo artillero.  

Desde el debut en 1990 de la selección que representa a la Serenísima Republica de San Marino (nombre oficial del país), jamás alcanzó victoria alguna en partido de competición oficial (clasificatorias para mundiales y Eurocopa), pero si registra una sonada victoria en encuentro amistoso ante Liechtenstein.

Ocurrió el 28 de abril de 2004. El seleccionado de San Marino actuaba como local. Lugar: Estadio Olímpico, Serravalle. Resultado final de 1-0 con gol de Andy Selva.  Aquel día nuestro héroe intentó doblar las esquinas del tiempo pero resultó un intento baldío. Solo no podía.  

(Idelfonso Lima)

Nacido el 10 de diciembre de 1979 en la capital del Principado de Andorra, Andorra la Vieja, es el jugador más reconocido de este pequeño país pirenaico situado entre Francia y España. Ejerce de defensa. Su trayectoria profesional resulta curiosa. Cabe mencionar que jugó en el Pachuca mexicano en el año 2002. Disputó tres partidos y acabó anotando un tanto. Tras su corta experiencia por tierras aztecas, recaló en España, donde le esperaban la UD Las Palmas (2002-2003), Polideportivo Ejido (2003-2004) y Rayo Vallecano (2004-2005).  

Lo que vino después no mejoró su condición de futbolista.  Fueron requeridos sus servicios en dos ocasiones por el conjunto italiano del US Triestina (2005-2009 y 2011-2012). En medio de tanta ida y vuelta se trasladó a Suiza para ser parte del AC Bellinzona. A día de hoy y desde 2014 juega  en el modestísimo equipo andorrano del FC Santa Coloma.  

Idelfonso Lima es a pesar de todo una leyenda en su país. Con la selección (ranking FIFA a marzo de 2017, puesto 203), uno por debajo de San Marino, ha disputado 104 partidos, encontrándose a dos de alcanzar la cifra de partidos del actual seleccionador de la sub’ 16 andorrana, Óscar Sonejee.  Además de capitán también porta el orgullo de haberse convertido en su máximo goleador, con 11 dianas.  

De las tres únicas victorias alcanzadas por Andorra en su historia sólo una tiene carácter oficial. Lleva por fecha el 14 de octubre de 2004 en encuentro valedero para la clasificación del mundial de Alemania’ 2006 ante Macedonia. Lo ganó como local por 1-0. En aquella ocasión no fue él quien perforó la meta contraria.  

EL PEOR PARTIDO DEL MUNDO

Recientemente, en concreto este pasado miércoles 22 de febrero, los combinados de San Marino y Andorra se vieron las caras en un partido amistoso. En la clasificación FIFA únicamente las Islas Vírgenes Británicas se encuentran por debajo de ambas selecciones, sin contar con países cuyo coeficiente es cero (Anguila, Bahamas, Djibuti, Eritrea, Gibraltar, Somalia y Tonga).

El balance total de ambas selecciones es desolador. San Marino y Andorra antes de este encuentro presentaban los siguientes números:

  • -San Marino… PJ 138/PG 1/PE 4/PP 133/GF 22/GC 598
  • -Andorra…….. PJ 141/PG 3/PE 12/PP 126/GF 38/GC 386

Bajo una persistente niebla sobre Serravalle ambas escuadras dirimían romper con una estadística mortal de necesidad, consistente en invertir la dinámica perdedora que les persigue desde que son selecciones reconocidas. Los sanmarinenses acabar con 74 derrotas consecutivas y los andorranos con 86 partidos sin conocer la victoria. Resultado final favorable para la visita por 0-2.

Pomposamente denominado “el peor partido del mundo”, “el partido del honor” o “el partido amistoso más importante de la historia del fútbol” fue el adiós de un Andy Selva que no disputó minuto alguno y la consagración definitiva de Idelfonso Lima, quien anotó de penalti en el 18 de la primera parte el primer gol. Con ello abrió el camino para que Andorra quebrara trece años de sequía ganadora.   

(Artur Petrosyan)

Nacido soviético en la ciudad armenia de Gyumri un 17 de diciembre de 1971, este jugador perteneció a la disciplina del Shirak Gyumri en dos periodos prácticamente consecutivos (1989-1998 y 1999-2000). Durante ese año de ausencia intentó dar el salto internacional primero en Israel, jugando en el Maccabi Petah Tekva y luego recalando en el hoy desaparecido Lokomotiv Nizhny Nóvgorod (Rusia) sin mucho éxito que se diga.  

Tras su segunda estadía en el conjunto que le vio nacer como futbolista intentó el asalto en Suiza. De 2000 a 2003 se enroló en las filas del Young Boys de Berna sin obtener relevancia alguna. Mejor suerte dispuso cuando fichó por el FC Zürich (2003-2006), donde conquistó una Copa de Suiza (2004) y una Super League suiza (2005-2006).

Si yo lo guardo en la memoria tras verle jugar contra España, en Chile tal vez exista alguien que le recuerde.  El 4 de enero de 1997, el seleccionado caucásico disputó un amistoso en Viña Del Mar contra La Roja cuyo resultado final fue un escandaloso 7-0 a favor de Chile. En aquel encuentro, mi querido Petrosyan disputó 81 minutos de partido desde el inicio.

Armenia ocupa el 85º lugar del ranking FIFA al mes de marzo de 2017. Con su elástica nacional apareció en 69 ocasiones, marcando un total de 11 tantos, lo que le convirtió hasta 2013 como máximo goleador armenio tras ser superado por su compatriota Henrij Myitaryan.

Pero Artur Petrosyan desea seguir escribiendo su historia particular. Esa que no es portada ni tiene alcance en los medios de comunicación a nivel global. Como jugador nunca fue una eminencia, cosa comprobada al ver su currículo. Desde 2006 es el seleccionador de su país al sustituir a Sukiasyan Varuzhan.

Éste último inició con Armenia la carrera imposible por alcanzar un puesto para Rusia’ 2018. De tres partidos nacieron otras tantas derrotas. El 4º partido clasificatorio enfrentaba a Armenia vs Montenegro con Petrosyan ya en el banquillo. El 11 de noviembre pasado, jugando como local ganan los armenios de manera inesperada por 3-2 a los montenegrinos.

No podía arrancar de mejor manera su nueva etapa como DT. Veremos que le tiene preparada la historia a este orgulloso armenio castigado por las derrotas y el silencio del olvido.

(Torkil Nielsen)

El 26 de enero de 1964 vino al mundo un crio en las frías islas Feroe. Lugar de nacimiento: un pueblo llamado Sandavágur. Quiso ser futbolista. Se empeñaba como centrocampista y jugó toda su vida encerrado entre las aguas que rodean su territorio. Sus movimientos se circunscribieron a un solo equipo cuyo nombre fue variando a medida que el fútbol feroés aprendí a reorganizarse de la mejor manera posible.

Empezó en el SIF Sandavágur, pero fue en 1994 cuando se sumo a la plantilla del FS Vágar. Este más que modestísimo club cambió de nombre en 1999 por el de 07 Vestur hasta que en 2004 pasara a denominarse FS Vágar 2004, siendo este mismo año en el cual colgó las botas con 40 años.  

Las islas Feroe son un país autónomo dentro del Reino de Dinamarca. Desde el 2 de julio de 1988 pertenece a la FIFA y a la UEFA se inscribió el 18 de abril de 1990. A marzo de este año la selección de Feroe está ubicada en el puesto 82 de la tabla.

Torkil Nielsen llegó a disputar 18 partidos internacionales, consiguiendo un total de 2 goles. Pero uno de ellos, su primer gol como internacional hizo historia. Todo sucedió en tierras suecas debido a la ausencia en Feroe de recintos apropiados para la práctica del futbol.  

Pero situémonos. Las islas Feroe fueron admitidas para disputar la fase de clasificación de la Eurocopa de 1992 a disputar en Suecia. Hasta ese momento el combinado sólo había participado en algunos partidos amistosos. Su debut en competición oficial tenia fecha. Un 12 de septiembre de 1990 debían trasladarse al Idrottsparken, situado en la localidad sueca de Landskrona para tal acontecimiento. El rival, Austria. De forma más que sorpresiva la nueva selección ganó el envite por 1-0 ante el revuelo montado en Europa y medio mundo.  ¿El gol? Fácil de adivinar. Anotó el gol de la victoria un muchacho llamado Torkil Nielsen.  

Y aunque aquel triunfo de nada sirvió a efectos clasificatorios y las islas Feroe siguen siendo lo que son en el fútbol, por unas horas fueron los reyes del universo. De igual forma lo es nuestro protagonista fuera de los terrenos de juego. La razón de este protagonismo la encontramos en sus tres campeonatos nacionales de ajedrez (1974, 1986 y 1988), además de representar a su pequeño país el las Olimpiadas de Ajedrez en innumerables ocasiones. Todo un campeón.

(Kostantinos Eleftherakis)

Para entender la historia de este griego nacido el 18 de julio de 1950 es necesario explicar previamente que Grecia, junto con Portugal, en la década de los años 70 eran fuertes, futbolísticamente hablando, a nivel de clubes, siendo sus combinados nacionales unas meras comparsas aunque hoy pueda sonar raro.

Centrándonos en Grecia también es necesario establecer el periodo histórico que se vivía por aquel entonces, ya que golpeó de lleno a Kostantinos Eleftherakis, rompiéndole un futuro bastante prometedor.

Entre 1967 y 1974 Grecia estuvo gobernada por una Junta Militar producto de un golpe de Estado. Fue el periodo conocido como “Régimen de los Coroneles”. Uno de esos coroneles era Costas Aslanidis, Teniente Coronel y Secretario General de Atletismo, lo que vendría a suponer hoy ser Ministro de Cultura y Deportes. Dicho personaje se entrometería  en la vida de nuestro hombre de una manera, como no, dictatorial y cruel.  

Kostantinos Eleftherakis desarrolló en el Panathinaikos toda su carrera deportiva.  Centrocampista, perteneció a la disciplina del cuadro ateniense entre 1968 y 1980, donde disputaría 308 encuentros y alcanzando la cifra de 83 goles. Su retirada del fútbol activo se produjo en el AEK de Atenas (1980-1981), jugando 23 partidos y anotado 5 tantos. Con la selección helena fue participe en 34 encuentros, sumando 5 dianas en su haber.

En 1971 el Panathinaikos accede a la final de la Copa de Campeones de Europa (hoy Champions League) que le enfrentaría en el mítico Wembley londinense al todopoderoso Ajax de Ámsterdam de Johan Cruyff, Johan Neeskens, Wim Suurbier, Gerrie Mühren y Dick van Dijk.

Aquel 2 de junio el conjunto holandés se proclamaría campeón al vencer a los griegos por 2-0. Entre quienes disputaron dicha final en el equipo perdedor se encontraba el número 7, un tal Kostantinos Eleftherakis, cuya actuación no pasó desapercibida para varias entidades europeas.

En concreto, el Real Madrid llegó a ofrecer a Panathinaikos la exorbitante cifra por aquel entonces de 35 millones de dracmas (moneda oficial de Grecia antes de la implantación del euro). También el Everton (con sede en Liverpool) y dirigido por Billy Bingham se interesó por sus servicios.  

Pero, por razones que se me escapan, el Teniente Coronel Costas Aslanidis prohibió la salida del país al jugador. Bajo el “mando y ordeno” dispuso de la vida futbolística de un buen jugador cortándole las alas e impidiendo una mayor progresión. A pesar de tener 24 años cuando la dictadura cayó, Kostantinos Eleftherakis no volvió a salir de su país.

Sí recibió ofertas es un misterio para mí (no puedo llegar a todo) ni de las razones reales del por qué o porqués se mantuvo fuera del circuito europeo, aunque todo apunta a una grave lesión acontecida en mayo de 1977 y de la cual no se recuperó satisfactoriamente. Lo cierto es que en su momento alguien se interpuso en su camino, no lo dejó progresar y hoy en día, como consecuencia de ello, es un olvidado del fútbol.  

HAY MUCHAS MÁS HISTORIA, PERO…

Con estas me quedo. Espero de corazón hayan disfrutado de cuanto hoy les conté. Nada me inventé ni tergiversé. Las historias de Andy Selva, Idelfonso Lima, Artur Petrosyan, Torkil Nielsen y Kostantinos Eleftherakis pertenecen por derecho propio a esa especie de cuento que gravita entre lo irreal, lo fantástico y la ciencia ficción. Son, en definitiva, un encuentro con el desencuentro cuando el fútbol te hace navegar (repito, bonita palabra) por el lado gris de una existencia casi oculta y anónima de quienes hicieron del fútbol algo más que una mera pasión.  

Viajan conmigo permanentemente. Son parte de mis recuerdos. Están anclados en mi corazón puesto que todos ellos me conquistaron sin yo oponer resistencia al saber sus vidas, obras y milagros futbolísticos. Y con el añadido emocional de haberlos visto jugar al menos una vez en la vida.  

FUERZA ALBA / FUERZA CHILE  

 

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