|COLUMNA| Volver a creer
Autor | Javier Contreras Peralta Follow @JavierSaCope
Imagen central extraída de 24horas.cl
La semana pasada hablé de estar preparado para cualquier resultado y de engrandecer el espíritu de Arellano, el equipo viene en bajada y es un momento tenso donde incluso muchos lo explican desde la tragedia que fue quedar fuera en el segundo partido de la prelibertadores. El equipo Albo hasta la fecha seis sólo había ganado, con la excepción del empate en Temuco. En las últimas tres fechas metió dos empates y la dolorosa derrota frente al puntero. Es verdad que han estado lesionados jugadores importantes como Villar, Pavez, Figueroa, Morales y otros, pero al parecer algo más pasa en la interna, porque el mensaje del técnico no está llegando de la misma forma al plantel. Hoy Colo-Colo no depende de él mismo para ser campeón y para el entrenador argentino sería su tercer fracaso en la institución, todo esto crispa más aún la situación. Muchos hablan y es el momento fácil para los que esperan la caída del Cacique, hoy sigo esperando que entre los nuestros no existan esos pesimistas que esperan la debacle.
El fin de semana se jugó un nuevo clásico, quizás el partido más importante del semestre. Los Albos a pesar de mantener la paternidad de los últimos años, de remontar dos resultados adversos y no perder tantos cuerpos en la definición del torneo, siento que queda un poco al debe la performance del equipo. Muchos dicen que el sabor amargo es por el error de Garcés o por las tres oportunidades falladas en el tiempo de descuento, pero me atrevo a decir que el archirrival sobrepasó en juego y entrega, los albos sólo se hicieron de la pelota logrando generar lo de costumbre entre el primer gol y el empate de Rivero. Los primeros minutos los azules lograron apretar arriba y poner incómodo al Cacique. La entrada de Schultz le entregó el mediocampo a su equipo y el error de Garcés nuevamente, al igual que en Iquique, inclinó la balanza para el equipo que más generaba en ese momento. Por otro lado el Cacique nuevamente mostró algunos niveles bajos, Paredes que venía prendido ha estado falto de chispa, Barroso falla en el primer gol y en el segundo estaba mal ubicado, Fernández sigue sin convencer en los partidos importantes, muchos lesionados reincorporándose a la titularidad y ni hablar de los nervios e inseguridad que transmite Garcés. Lo que si se nota es que los jugadores tienen en el adn ganar este partido, desde las primeras divididas que tuvo Ontivero donde fue anulado por Suazo y Baeza, dos jugadores que fueron formados para ganar clásicos, hasta los ultimos minutos que con más ganas que fútbol casi se logra el triunfo. Colo-Colo no está en su mejor momento, pero no perdió y la fecha lo dejó a un punto del puntero. El empate no era lo óptimo, pero pudo haber sido mucho peor pensando en el momento que vive el equipo.
Ahora hay que borrar las dudas, creer en el proceso, levantar los principios de nuestro club que tiene inserto la capacidad de campeonar, ganar a toda costa, apoyar al equipo y llegar al fin de campeonato con la posibilidad de ganarlo, luego habrá tiempo de criticar, evaluar y generar los cambios necesarios para mejorar como equipo. Desde ahí es que aplaudo la iniciativa de los hinchas que fueron al entrenamiento a Macul para demostrar el apoyo con nuestro arquero titular actual. Espero que el entrenador calme las aguas con la vuelta de los lesionados, que los jugadores vuelvan a creer fielmente en el proceso y que nosotros los hinchas apoyemos con todo para lograr la tan ansiada treinta y dos.
