|COLUMNA| Volver a Empezar
Autor | Javier Contreras Follow @JavierSaCoPe
El último domingo de Julio comenzó la lucha de Colo-Colo por un nuevo título y la verdad es que para el técnico Pablo Guede más que una lucha se está transformando en un martirio. El entrenador que lleva un año en el Cacique está cada vez más tambaleante en su puesto y es criticado tanto por los hinchas como por la prensa. Para el primer campeonato llegó tarde y no fue capaz de pisar fuerte antes de comenzar, a la séptima fecha ya había abandonado el objetivo a pesar de jugar cada vez mejor. Luego se ganó la Copa Chile que para mí fue más que una copa de consuelo, sobretodo por el nivel de juego que lograron los Albos. El segundo torneo que disputó lo empezó con ese vuelo que le había dado el reciente torneo obtenido y en las primeras fechas el Cacique hizo pensar que campeonaban mirando hacia atrás. Está de más analizar la debacle que hizo que el archirrival nos quitara la punta en la penúltima fecha y posterior perdida del campeonato. Hay un montón de variables que podríamos analizar (Garcés, las lesiones, la tensión dirigencial, Villar, Mark, etc.), pero la verdad es que el entrenador vive un momento de crisis y al parecer no demuestra posibilidades de sacudirse definitivamente la mufa.
Ahora voy a decir que para mi opinión Guede no es un cáncer el cual extirpar y recuperar la salud, de hecho cuando leo las críticas siempre pienso en como jugaba el equipo de Sierra, sin juveniles, sin sociedades, con Paredes con sobrepeso, lento, sin circuitos y jugando a ganar con la camiseta más que con la idea de juego. Quién vendrá cuando termine la novela del ronco entrenador, el que llegue vendrá a mejorar lo que hay o vendrá sentarse en la banca para llenarse los bolsillos como tantos otros. Bueno la verdad es que como hincha no me dejo llevar por las polémicas, sé que mi apoyo es incondicional hacia el Cacique y los que calzan sus colores. No por esto último voy a dejar de lado el análisis, no por esa incondicionalidad voy a dejar de ver las falencias y errores que pueda cometer el equipo. Desde este ámbito vuelvo a Somos Chile Radio, como siempre desde la crítica constructiva y el análisis futbolístico.
El domingo lamentablemente el equipo no logró jugar debido a la presión alta de Antofagasta. Larcamón puso uno arriba presionando la salida limpia, apoyado por dos bien abiertos marcando las bandas, un creador que agarraba a Baeza y dos incansables que se aburrieron de parar a punta de faltas a los dos cerebros que tiene hoy el Cacique, seis jugadores puestos casi siempre en el campo del equipo de Guede. En la web hay unos videos donde explican como sacarse la presión alta de los equipos de Bielsa y ahí se expone que hay que explotar la salida por las bandas, es decir saltarse la generación de los centrales y tirar pases largos hacia las bandas. Justo eso empezó a realizar la retaguardia Alba (no está demás decir que Orión no es horrible al jugar con los pies, pero tiene un pase largo malísimo) y de a poco el equipo logró encontrar salidas con los extremos, tristemente lo que no encontró fue la sintonía fina en el último pase de parte de estos extremos. Además los nortinos dejaban a Salas más libre, pero el juvenil estaba nervioso y no quería aguantar ninguna pelota, le quemaba y se dedicaba a pivotear para salir corriendo en busca de alguna devolución, en ese momento el estratega argentino le recordó que estaba jugando en primera de manera poco amigable y todo esto desencadena en ese cabezazo que podría haber sido la gloria para el joven, ahora a seguir luchando no más porque el joven tiene aptitudes y ganas. Se fueron al descanso y muchos pensamos que el físico le pasaría la cuenta a los de la segunda región, pero nada de eso y ahí hay que hacer un reconocimiento a nuestro viejo conocido Hernán “Nano” Torres. El trabajo del eterno escudero de Borghi logró mantener el ritmo que necesitaba Antofagasta para seguir poniendo incómodos a los Albos. Luego, ya entrado el segundo tiempo vino la peor falencia que ha mostrado Guede en el monumental, incapacidad de reacción y dar respuestas tácticas para cambiar el desarrollo de un partido que ya era negativo para los de Arellano. Ahí se empieza a sentir la presión del público y los jugadores se nublan, además Larcamón le respondía cada cambio ofensivo del técnico Albo metiéndole jugadores ofensivos que llenaban ese espacio defensivo que abandonaba. Esto generó la expulsión de Suazo, que había tomado el centro de la cancha después del dominó de movimientos posicionales (Canchita por Suazo, Suazo por Baeza, Baeza por Meza y Meza por Campos) cuando Pablo Guede saca a Campos para meter a su amuleto “Canchita”. Los Albos frustrados de recibir tantas faltas y no lograr armar mucho, casi sufren otras expulsiones por lo caldeados que estaban Valdés y Valdivia. Mejor ni hablar de la última tapada de Garcés. Un empate con sabor a derrota por el nivel mostrado y por el momento del cuerpo técnico que se juega la vida fecha a fecha.
En la semana viene una prueba más dura, la revancha por la Copa Chile. Hay que volver a empezar y remar de atrás. Yo espero apoyando y obviamente analizando el desempeño de nuestro querido club, porque vuelvo a Somos Chile Radio. ¡Vamos Cacique!
Compártelo en tus Redes Sociales
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
Relacionado
Comentarios
Comentarios