La situación de Mario Salas en Colo-Colo se torna insostenible. Cuatro derrotas al hilo desnudan las falencias del entrenador y del equipo, las que se hacen visibles fecha tras fecha.
Si bien los jugadores también son responsables, quizás en un 50%, el adiestrador es la cabeza, es por eso que desmenuzaremos los errores que cometió en el Estadio La Granja.
Brayan Véjar ¿por derecha?: Está bien, no digamos que Óscar Opazo ha venido siendo muy regular en el último tiempo, pero sacarlo para colocar a Véjar por esa banda no es óptimo desde ningún prisma. El jugador venía rindiendo por la izquierda en Palestino, algo que no ha podido validar en el Cacique, ya que Salas prácticamente no lo ha utilizado. Si bien es bueno precisar que el lateral no desconoce dicha posición, hace rato que no la ocupaba, algo que se notó este lunes. La apuesta no resultó.
‘Cortar’ al ‘Torta’: Como puntualizábamos anteriormente, Opazo ha tenido un rendimiento bajo en el último tiempo, pero dejarlo en la banca cuando Felipe Campos está desempeñándose como central fue un riesgo innecesario. El ‘Torta’ en un 50% siempre es peligroso y la sociedad que venía mostrando con Bolados fue desarmada. El mismo Salas, en rueda de prensa, afirmó que su ausencia fue por decisión técnica.
Desarmó el mediocampo: Branco Provoste venía siendo el más regular del equipo en los últimos partidos. Si bien no es del gusto de todos los hinchas, el canterano albo daba salida y posesión de balón al equipo. También apartó de la titularidad a César Fuentes. Lo del excruzado se entiende, pero sacar a los dos volantes juntos fue temerario. Por su parte, Gabriel Suazo jugó desde el arranque, no osbtante lo sacó a los 53 minutos, cuando todo estaba mal. El mensaje que entrega el entrenador es que se equivocó con la inclusión del ’17’.
Mantener a de la Fuente: No es nada contra el jugador, él hace todo el esfuerzo posible, pero, así como prescindió de Fuentes, Provoste y Opazo, también debió hacerlo con el ex U. de Concepción. Su nivel nunca ha sido bueno y, como si fuera poco, ha ido empeorando. ¿Solución? Véjar o, en el peor de los casos y considerando todo lo expuesto en apartados anteriores, Opazo. Ronald sabe que no está teniendo buenas presentaciones y se nota demasiado. En todos los partidos hay un gol que parte por una mala cobertura suya.
No sacar a Carmona: El volante se ganó la primera amarilla a los 45+2 del primer tiempo. Si bien no tiene sentido llegar y sacar a todos los jugadores que sean amonestados, el riesgo era mucho. El Coquimbano, por la posición que ocupa, es propenso a las tarjetas, por lo que Salas debió evaluar su continuidad, más aún en el momento que vive el equipo en lo deportivo. Pero al Comandante no le gusta hacer sustituciones en el mediotiempo, algo que ya hablaremos más adelante.
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Falta de reacción: La tónica del adiestrador es hacer cambios cuando es tarde. Colo-Colo no jugaba a nada y el gol curicano se veía venir. Dicho y hecho: a los 3 minutos del segundo tiempo llegó el tanto local. Ahí recién Mario mandó a la cancha a Matigol. Si el equipo no juega bien ¿por qué esperar hasta el minuto 60 o a que nos hagan un gol? ¿Tan difícil es?
El factor 14: Matías Fernández no está óptimo en lo físico y lo hizo entrar en una cancha que estaba en condiciones paupérrimas. No solo es no entender nada, también es arriesgar innecesariamente al mediocampista. Está bien, si llegó como refuerzo uno espera que deba jugar, mínimo, pero no era el momento. No es primera vez que el entrenador hace lo mismo, ya lo había hecho contra Cobresal en El Salvador, y cuando debía hacerlo entrar, lo dejó en la banca. Inentendible.
Gol temprano: No es primera vez que al Cacique le anotan empezando el segundo tiempo. Ya había sucedido contra Católica la semana pasada y ayer se volvió a repetir. Esos son detalles que terminan marcando la diferencia y que el DT tiene que pulir. No es posible entender como el equipo entra tan desconcentrado desde el camarín ¿No hay trabajo, no se da cuenta todavía o, simplemente, no le hacen caso?
Regla del juvenil: Sabemos que lo del Sub 21 no es obligatorio, pero es jodido y termina complicando a muchos equipos al finalizar la temporada. En Curicó no utilizó a ningun juvenil. Se la jugó con los más experimentados, pero no le resultó. ¿Qué pasa con el proyecto 60-40? ¿El tiraje a la cantera? Hay que predicar y practicar.
El último cambio: Colo-Colo caía y no se veía por donde. Curicó tenía más chances de aumentar la ventaja que el Cacique de empatar. Ya habían ingresado Fernández y Fuentes, por lo que quedaba un solo cambio. Ahí fue cuando Salas mandó a la cancha a Javier Parraguez, jugador que no ha rendido y que su confianza anda por el piso, esperando que fuera el salvador ¿De verdad no hay otro plan para intentar sacar adelante una situación adversa? Por ahí dicen “si quieres cambios, haz cosas distintas”.
Esperemos que Colo-Colo pueda levantar cabeza, con Salas o sin él.
